¿Qué hacer en Lituania? 6

¿Qué hacer en Lituania? 6

Durante el siglo XVI Lituania era el país mas grande de Europa ¿a que no lo sabías?. Desde su creación, sobre el año 1000, esta tierra ha sufrido incontables invasiones y guerras. Pese a ello, aun quedan algunos lugares históricos en pie dignos de visitar. El más famoso de todos ellos es el castillo de Trakai. Os propongo una visita a este castillo y luego a la cercana Vilnius, la capital, en la que hay mucho que ver. ¿Qué os parece?

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Como antes os comentaba, las primeras referencias conocidas sobre Lituania como nación provienen del año 1009. El territorio actual se corresponde en sus orígenes políticos al siglo XIII. El primer gran Rey fue Mindaugas, quien consiguió unificar a todos los Duques lituanos de la época para luchar contra los invasores teutones (1253).

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Más tarde, tras varias invasiones por parte de los Mongoles, Lituania se une con Polonia en 1385, siendo su nuevo Rey Vladislao II Jogaila. Un primo suyo, Vitautas, se proclama Gran Duque de Lituania en 1401 y disuelve la unión entre los dos países. Los dos países juntos logran vencer en 1410 a la orden Teutonica en la Batalla de Grunwald (la mayor batalla de todo el siglo XV).

1

En el siglo XVI vuelve a unirse a Polonia, convirtiéndose en el país más grande de Europa.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

A finales del siglo XVIII se incorpora a Rusia, aunque mantiene su independencia. Llega la Primera Guerra Mundial y Lituania es invadida por Alemania, recobrando su independencia en el año 1918. Desde este año hasta 1921 se produce una guerra contra Polonia, quien trata de anexionarla. En esta guerra Lituania pierde muchos territorios. En 1940, la URSS invade el país, aunque no dura mucho porque en 1941 es de nuevo invadida por Alemania, quien permanece hasta 1944, cuando de nuevo la URSS se hace con el control de Lituania.

Tras varias revueltas y represiones, en 1991 Lituania vuelve a recuperar su independencia, la cual dura hasta el día de hoy. Viendo lo visto, ¿cuánto durará?.

El castillo de Trakai se encuentra en la ciudad que lleva el mismo nombre, situada en el Parque Histórico Nacional de Trakai (el único del país).

2

El parque, situado a una distancia de unos 25 km de la capital, Vilna, esta formado por multitud de bosques, lagos y pueblos. Es una buena zona para hacer senderismo. Podrás encontrar más información en este enlace.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Nada más llegar te das cuenta de la importancia de este lugar, turísticamente hablando, por la cantidad de puestecillos de regalos que hay, y por el negocio que tienen montado con las plazas de aparcamiento. Pese a haber varias áreas designadas para ello (de pago), muchos vecinos alquilan parte de su terreno para que, por un módico precio, puedas dejar tu coche aparcado. Además, todas las calles son zona de pago, por lo que quieras o no, tendrás que acabar dejándote algún euro.

El castillo está bien indicado, así que es fácil encontrarlo. Antes de llegar, deberás atravesar varios puentes de madera muy chulos.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Desde ellos se divisa el castillo a lo lejos, y los lagos. En las orillas hay varios restaurantes y atraques para embarcaciones de recreo.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Conforme te vas acercando te das cuenta que el castillo es bastante grande. Mucho más de lo que me imaginaba.

P4170038.JPG

Está construido en un lugar estratégico, un islote rodeado por el lago, al que solo se puede acceder por un puente de madera. Hay varios barcos atracados en el islote, gente pescando, otros dándose un paseo en cayak… se respira tranquilidad y paz aquí.

La parte frontal del castillo esta compuesto por tres torres: dos circulares a los lados y una cuadrada central, que es donde se encuentra la puerta principal. Esto promete.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Si desde fuera parece grande, una vez que atraviesas la puerta, esta conjetura se confirma. ¡El castillo es enorme!

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Tras la entrada accedes a un gran patio interior, en el que se encuentran situados varios edificios y… ¿otro castillo interior?

Por casualidad encontramos a dos caballeros entrenando la lucha a espada. Interesante ver como podían luchar llevando tanta chatarra encima.

Tras esta épica batalla, nos dirigimos hacia lo que parece otro castillo y, sí, ¡es otro castillo! Tras otro foso y un puente levadizo se encuentra otro castillo separado del anterior. Aquí debía vivir el Rey o el Duque correspondiente.

Tras atravesar otra grande y pesada puerta de madera reforzada con hierro, llegas a un patio interior que parece sacado de una película. Es una pasada. Uno puede imaginarse a los guardias y gente de palacio andando por estas escaleras y pasillos.

El simple echo de pasear por el interior del castillo ya merece la pena, pero resulta que en todas las habitaciones tienen expuestos objetos de varias épocas para que uno se haga una idea de la historia de este lugar.

Podrás encontrar armas y armaduras, pinturas de los Reyes y Duques más importantes del país, maquetas del castillo, objetos extraídos el mismo durante la reconstrucción, muebles de época, monedas, utensilios, y una colección increíble de pipas de fumar antiguas.

Por muy rápido que vayas, un par de horas se te pueden ir fácil en la visita.

Tras pasear un rato más por el castillo, y visitar la sala del trono, la capilla y algún rincón interesante más, dejamos Trakai con dirección a la Capital: Vilnius (o Vilna).

El primer sitio que queremos ver es el Museo de las Victimas del Genocidio.

La entrada a este museo se encuentra situado en la calle Auky, aunque la parte trasera da a la famosa avenida Gedimino.

3.png

Se trata de un imponente edificio, que en tiempos de la ocupación soviética fue la sede de la KGB, de ahí que se le conozca también como Museo de la KGB.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

No abre ni lunes ni martes, y el precio por entrar es de 4 euros.

La planta baja y la primera son las antiguas oficinas de la KGB. En ellas puedes ver murales en los que se exponen las barbaries cometidas por alemanes y rusos durante sus invasiones, e información sobre la resistencia y lucha de los Lituanos.

En otras salas encontrarás multitud de objetos, uniformes y armas utilizadas durante este periodo, por los dos bandos.

Hay otra pequeña sala dedicada exclusivamente a exponer cómo estaba organizada la KGB en Vilnius, con fotografías de todos sus componentes.

P4170233.JPG

Estas dos plantas no están mal, si lo que vas buscando es un museo. Hay muchas fotos que ver y muchos textos que leer. Demasiados quizás. Haría falta mucho tiempo para leerlo todo, varios días posiblemente, así que lo mejor es ir leyendo conforme algo nos llame la atención.

Sin embargo, al ir al museo de la KGB, uno espera encontrar algo más. Ese «algo» se encuentra en el sótano, al que se llega bajando una lúgubre escalera. Solo de bajar ya uno siente un repelús recorriéndole la espina dorsal…

P4170242.JPG

El sótano era en realidad el calabozo. Esta compuesto de largos pasillo llenos de celdas. Hay muchas. Muchas.

Hay celdas de varios tipos. Unas están completamente abiertas, por lo que puedes entrar, y otras solo puedes observarlas desde una pequeña portezuela que debían emplear para dar de comer al reo.

En algunas estuvieron encarcelados personajes celebres Lituanos, y otras que fueron ocupados por gente corriente. Muchos de ellos, nunca volvieron a ver la luz del sol.

Ver las celdas «normales» es de por si impactante, pero no tanto como ver las celdas «especiales».

Celdas de castigo. Unas tan pequeñas en la que solo se podía estar de pie, otras con las paredes acolchadas y unas que se llenaban de agua helada y en la que los presos debían permanecer de pie en una pequeña losa central, único lugar seco.

Entré en algunas de ellas y me quede encerrado unos minutos para experimentar en mi persona lo que podían haber vivido los que allí fueron metidos a la fuerza. Pese a permanecer solo unos minutos, la sensación de angustia es enorme. No me puedo hacer una idea de como debieron sufrir los que por un motivo u otro acabaron aquí encerrados.

Al final de los largos pasillos, se llega a un patio exterior, con varias celdas al aire libre, supongo que para que a los presos les diera un poco el aire de vez en cuando.

También hay algunas oficinas en las que vivían los guardias, se fichaba a los presos o se les tomaba declaración.

Cuando ya parece que no hay nada más que ver, llegas a una escalera que desciende a otro nivel. Esta escalera da incluso mas repelús que la anterior, y con razón…

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Esta escalera lleva a la sala de ejecuciones. Si. Aquí mataban a gente. A mucha gente.

A simple vista, solo se ve una habitación subterránea que no dice mucho. En la pared, un monitor, recrea con actores como se llevaban a cabo las ejecuciones sumarias en este lugar. Tras ver el vídeo, muy duro por cierto, entiendes que las ventanas en realidad se usaban para sacar a la calle los cadáveres de los ejecutados, y que todos los pequeños agujeros de las paredes son impactos de bala.

Tuvo que ser muy duro haber vivido en este País durante las ocupaciones de la Alemania Nazi y de la URSS. Espero que puedan disfrutar de la libertad que tienen ahora por mucho mucho tiempo. Se lo merecen.

Volvemos a subir por las escaleras, que ahora tienen un significado muy diferente a cuando las bajamos, ya que muchos de los que aquí fueron encerrados no tuvieron la oportunidad nunca de volver a subirlas.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Volvemos a la calle y seguimos la Avenida Gedimino en dirección hacia el centro. Esta Avenida es la arteria principal de la ciudad, donde podrás encontrar multitud de hoteles, tiendas y restaurantes.

P2160044.JPG

Empieza a apretar el hambre y, por casualidad, pasamos por delante de un Soya Asian Fusión. Hemos ido varias veces a este restaurante en Siauliai porque nos gusta mucho, así que no nos lo pensamos y entramos.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Tal y como esperábamos, la comida estaba riquísima. El sushi, para chuparse los dedos.

Tras comer, continuamos camino. La avenida desemboca en una gran plaza en la que se encuentra la Catedral, el Museo Nacional de Vilnius y la torre de Gedimino.

Para acceder a la torre de Gedimino, que es prácticamente lo único que queda en pie del antiguo Castillo de Vilnius, podemos tomar dos caminos: a patas, o mediante un funicular que por el módico precio de 1 euro te evita subir una cuesta importante.

P4170334.JPG

Una vez arriba, puedes entrar por un módico precio (6 euros, un clavo) a la torre. Dentro hay algunas cosas interesantes.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Lo mejor de todo se encuentra en la planta superior.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

Las vistas de la ciudad son espectaculares. Acostumbrado a un País tan llano, el hecho de poder estar unos metros por encima de todo lo que te rodea, hace que tenga más encanto aún si cabe.

OLYMPUS DIGITAL CAMERA

El casco histórico, el más grande de Lituania, se  divisa hasta la lejanía. Tiene muy buena pinta, así que decidimos ir a echar un vistazo.

IMG_4348.JPG

La calle Pilies, que lo atraviesa de lado a lado, está llena de terrazas y gente paseando. Es el momento perfecto para sentarse a tomar un café y disfrutar del maravilloso día que hace.

Tras un rato, continuamos paseando aunque no por mucho tiempo. El cielo se pone negro de repente y…

Por algo Lituania significa «país de lluvias». En un momento estamos completamente empapados, aunque nos damos mucha prisa en volver al coche.

Y así, pasados por agua, termina otro día de aventura. Hemos visitado un gran castillo, de la época en la que Lituania era uno de los grandes Reinos europeos, y otros lugares que nos han hablado de tiempos mas oscuros en la historia de este pequeño país.  Se nos quedan muchas cosas sin ver, así que tenemos la excusa perfecta para volver. ¡Hasta pronto Vilnius!

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s