El tapeo de Lola

Seguimos con la operación «Sevilla Este». Hoy he ido a un sitio en el que no pude comer ayer, porque estaba hasta las trancas. He ido tempranito y he podido coger sitio sin problemas.

Se trata del «tapeo de Lola», situado en la  Avenida Emilio Lemos local 2.2.

Lo primero que me ha llamado la atención ha sido la cuidada y bonita carta de tapas. La mayoría con fotos, para que sepas que estás pidiendo. Además, los precios tanto de tapas como de platos son muy asequibles.

No ha tardado mucho en acercarse uno de los camareros y le he pedido una cerveza, la cual me ha traído rápidamente acompañada de un platito de aceitunas.

Como podéis observar en las fotos, hoy también he disfrutado de un soleado día, aunque hacia algo más de frío que ayer.

Gracias a las fotos de la carta, me he decidido muy rápido. He pedido tres tapas: albóndigas de chocos y gambas, taleguillas de marisco y tarta de langostinos.

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Las albóndigas de choco me gustan mucho y en Chiclana las preparan para chuparse los dedos. Estas no se quedan atrás y también me han gustado. Estaban muy tiernas y sabrosas, y el sabor a choco y gambas estaba muy presente. Solo le tengo que poner un pero a esta tapa: las patatas fritas son congeladas, cosa que le quita puntos en mi opinión. No obstante, es una tapa de notable.

Las taleguillas de marisco me han sorprendido. Pero que ricas! Rellenas de queso y algo más que no he sabido descubrir, calentitas y rociadas con miel, es una de las mejores tapas que he probado nunca. Tapa de sobresaliente. Volveré a probarlas para ver si consigo averiguar todo lo que lleva.

Por último, la tarta de langostinos, inicialmente me ha defraudado. Al verlo, he pensado: «pues parece la tipica ensaladilla rusa». Pero no lo es, aunque se parece algo. Es una ensaladilla, si, pero con mucho atún y carne de cangrejo, algo de patata y huevo, y langostinos a trocitos. Resultado: una ensaladilla riquísima y fresca. Otra tapa de notable.

Como resumen decir que lo que he probado supera ampliamente la media, la presentación es muy buena, el trato de los camareros excelente, y al igual que ayer, el solecito ha hecho que disfrute mucho más de la comida. Y antes que se me olvide, las tres tapas y dos cervezas… 11 euros. Quién da más por menos?

29/12/14

Como me había quedado con ganas de probar más tapas, he vuelto a ir a El tapeo de Lola. Hoy hace mucho frío, así que me he sentado dentro. La decoración me ha sorprendido y gustado mucho. El color verde limón de las mesas y sillas quedaba genial.

Otra cosa que me ha gustado mucho han sido unas frases escritas en la pared. Hacen referencia a un posible origen de las tapas, por lo que son mas que apropiadas para este local.

Bueno, vamos a lo que nos importa: tapas!

Esta vez me he pedido estas tres: ensaladilla de aguacate, solomillo al whiskey y bocaditos de queso.

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La ensaladilla era muy similar a una ensaladilla normal, en la que han cambiado la mayonesa por crema de aguacate. La presentan con forma de tartaleta de tres plantas, dos de ensaladilla con una gruesa loncha de tomate entre medio.  El sabor es muy rico y fresco. Muy recomendable para tomar en verano. El aguacate le da un sabor suave y rico. Es una ensaladilla diferente, pero que no está nada mal. Le pongo un bien alto.

El solomillo al whiskey lo he probado en muchos sitios, así que me es fácil compararlo con otros que ya he probado. Lo primero que me llama la atención, negativamente, son las patatas fritas: son congeladas. La carne en sí estaba  tierna y rica, pero tengo que poner otro pero: la salsa, pese a estar muy rica, era muy escasa. Resumiendo, un plato que puede mejorar fácilmente, añadiendo un poco más de salsa y cambiando las patatas congeladas. Como nota le pongo un aprobado.

Para terminar probé los bocaditos de queso. A simple vista parecen unas pequeñas croquetas redondas. Debajo han puesto mermelada de fresa o de frutos rojos, y por encima han puesto un poco de miel de caña. Tras probarla descubro que se trata de rodajas de queso de cabra rebozadas. Que ricas! Me gusta mucho el queso, y la mezcla de sabor con mermelada y miel siempre es un acierto. Para chuparse los dedos, literalmente. Un notable alto.