Un día en Trondheim (y alrededores)
Thondheim es la tercera ciudad más grande de Noruega, con casi doscientos mil habitantes. No es muy grande si la comparamos con otras ciudades españolas, pero si has estado en Noruega sabrás que aquí la gente vive en pequeños pueblos desparramados por todos lados, y hay pocas ciudades tal y como nosotros las conocemos.
Sinceramente, me quedo con esta forma de vivir. Se respira paz y tranquilidad. El único inconveniente para mi es el clima. Mucho frío y pocas horas de luz.
Pese a no ser muy grande, Trondheim da para pasar un buen día paseando y disfrutando de sus calles.
La ciudad esta construida en la desembocadura del rio Nidelva con el fiordo que lleva el mismo nombre. Por lo tanto te rodea agua por todos lados.
Te recomiendo que comiences tu paseo siguiendo el río, ya que en las laderas podrás encontrar lugares muy interesantes.
Uno de los que más destaca es sin duda la Catedral gótica de Nidaros. Sorprende ver un edificio tan grande de piedra, acostumbrado a ver únicamente casas de madera por estos lares.
Detrás de la Catedral hay un gran parque, donde va al gente a correr y los niños a divertirse un rato. Hoy hace frío, pero no por eso deja de haber gente.
Si continuas un poco más, veras al otro lado del río, sobre una colina, una especie de edificio cuadrado blanco un poco raro. Se trata de la fortaleza de Kristiansand. Si te aburres, puedes subir a echar un vistazo.
Con tato río y canal, es normal que haya varios puentes. Uno de ellos es especialmente bonito.
Si atraviesas este puente llegarás a la zona de cafeterías del barrio de Bakklandet. Buen sitio para comer o ir a merendar. También deberás cruzarlo si quieres visitar la fortaleza de Kristiansand.
Otra zona interesante es la plaza donde se encuentra la iglesia de Nuestra Señora. Aparte de la iglesia en sí, hay varias tiendas y cafeterías.
Como no hay mucho sitio para construir en la zona centro, se han aprovechado muy bien las laderas del río. Las casas de la primera fila están literalmente clavadas en el agua.
Me encantan estas casas de madera tan coloridas. Dan un toque de alegría a este clima tan frío.
No se ven muchos coches en la ciudad, pero lo que si hay son barcos por todos lados. Con la tradición y la historia que tiene el pueblo noruego, no me extraña.
Aquí dicen que los noruegos nacen con los esquíes en los pies. Yo añadiría que nacen con un barco también.
Para comer, aparte del barrio de Bakklandet, tienes varios restaurantes en el exterior del Centro Comercial Solsiden (cerca de la estación de tren). Uno de ellos me llamó especialmente la atención…
No tengo por costumbre ir a restaurantes españoles fuera de España, pero no pasa nada por probar de vez en cuando.
El local es muy acogedor y tiene dos plantas. Para pedir, tienes que ir a la barra, y luego te traen la comida a tu mesa.
Tienen una gran parrillada en la carta, pero resulta que hoy no tienen carne. Mi gozo en un pozo. Al final, acabo pidiendo una hamburguesa y una tapa de bravas. La hamburguesa no esta mal, pero las bravas… no las pidáis. Es un plato que me gusta mucho mucho, y esto… esto no merece ser llamado patatas bravas. Para beber, una cerveza de la zona.
El precio normal para ser Noruega (muy caro si lo comparamos con España).
En la ciudad hay varios parques y museos que puedes visitar, pero si prefieres salir a ver otra zona, te recomiendo que te pilles un ferry y te vayas a recorrer los alrededores de Brekstad.
Dependiendo del día hay varios barcos, que por el ¨módico¨recio de 50 euros ida y vuelta, te cruzan el fiordo. El viaje no dura ni una hora.
Al llegar, lo primero que veras serás el puerto de Brekstad y el centro. Es un pueblo pequeño y no tiene mucho que ver, pero los alrededores son bien bonitos. Si tienes coche, bien, aunque lo mejor es utilizar la bicicleta, ya que las distancias no son grandes (si la meteo lo permite).
Si sigues la costa te encontrarás con casitas dispersas y pequeños pueblos muy coloridos.
Debido a los fiordos, es complicado hacer grandes distancias en carretera, por lo que hay varios puertos pequeños desde los que salen barcos hacia varios destinos.
Las vistas hacia los fiordos me gustan mucho. De vez en cuando me encuentro con pequeñas playitas, aunque el agua debe estar tela de fría para bañarse.
Si te cansas de la costa y prefieres ver en interior, te encontrarás con grandes campos de cultivo y granjas desparramadas por doquier. Hay muchas.
También son muy coloridas y en ellas cultivan grano, o se dedican a la cría de ganado (vacas y ovejas principalmente), caballos y hasta patos.
Es domingo por la mañana y no se ve a nadie. Ni un coche por la carretera. Perfecto para pasear en bici.
Esto es muy húmedo. Hay agua por todas partes. Pequeños y grandes lagos cubren una gran extensión.
Muy cerca de Brekstad hay un lugar que no te puedes perder si te gusta la historia, en especial la militar: el Fuerte de Austratt.
Aunque la entrada de un poco de yuyu (parece la típica entrada al cementerio en una peli de zombies), lo que hay dentro merece la pena ser visitado.
Primero te encuentras con varios refugios y bunkers. Aunque tienen pinta de tener sus años, no están en malas condiciones. Da incluso la sensación de que usan algunos de ellos.
Lo mejor sin duda viene si sigues el camino un poco más…
¿Y esto que es? Quizás si te pongo otra foto te puedas hacer una idea…
¡Pedazo de cañon! A esto me refería. El fuerte de Austratt es famoso por este cañón.
Esta pieza de artillería de costa fue construida por los alemanes en 1942 durante la invasión alemana de Noruega para proteger el fiordo.
Este animalito era capaz de lanzar proyectiles de 350 kg a una distancia de 34 km. Casi na. El interior se puede visitar pero hay que concertar una visita guiada con antelación (cosa que yo no he hecho porque no sabía que se podía hacer).
Para un día, creo que ya va bien. Por la noche, si tienes un poco de suerte, podrás disfrutar de otra de las maravillas que esta tierra puede ofrecerte…
Si, se trata de las auroras boreales. Cuanto más al norte vayas y mas invierno sea, más posibilidad tendrás de verlas. Hay varias APP que te avisan de los días con mas posibilidades.
No se que tienen las auroras boreales que a todo el mundo les gusta. Son algo mágico. Hipnotizan. Si no las has visto nunca, son una razón mas que suficiente para visitar este gran y bonito país. ¡Anímate!