Venta el Toro
Si pasas cerca de Vejer de la Frontera y quieres comerte unos huevos fritos con patatas en condiciones, no dejes de visitar esta Venta.
Situada en la Pedanía de Santa Lucía número 19, en Vejer de la Frontera. Esta un poco escondida, y la primera vez que vas es muy probable que te pases la entrada hacia Santa Lucía, ya que el cartel es algo pequeño, y desde la carretera no se ve bien el cruce. Aquí tenéis un par de mapas para que lleguéis sin tener que dar muchos rodeos.
Hace unos días, vi como un primo mío subía a Facebook unas fotos de unos platos de huevos fritos con patatas que tenían una pinta increíble. Le pregunté sobre el lugar y decidí que este fin de semana iría a probarlos.
Esa era mi idea, comerme un buen plato de huevos fritos con patatas, así que al medio día, puse rumbo a Vejer. Mi primo me había advertido que llegara pronto, ya que suele estar lleno. He llegado a las 13:15 y solo quedaba una mesa libre: para mi!
Como podéis ver en las fotos, se trata de una venta pequeña, con pocas mesas, aunque fuera, en la otra acera, tiene un apartado con suelo de madera sobre un riachuelo, con más sitio para comer. Al entrar dentro, vi que tenían una lista con gente que había hecho reservas para comer, así que, si no queréis arriesgaros, lo mejor es llamar con antelación (sobre todo si sois muchas personas). El número de teléfono de la Venta el Toro es el 956451407.
Nada más sentarme, me trajeron unas aceitunas y un cestillo con cubiertos y pan de pueblo (del bueno). Aunque tenía claro que quería comer, le eché un vistazo a la carta, para ver que más tenían. Aquí os pongo unas fotos para que os hagáis una idea:
No tardaron mucho en venir a preguntarme, y me informaron de que el plato del día era una berza de cardillos. La berza me gusta mucho mucho… mucho. ¿Y ahora qué me pido?. El problema de siempre: qué pedir cuando te gustan tantas cosas…
Al final, ganó la berza y así se lo comuniqué al camarero. Tendré que ir otro día a probar los huevos fritos con patatas. Tendré que hacer el «esfuerzo» ;).
Aquí os pongo una foto de la berza, y también incluyo las fotos de mi primo. Cuando vuelva a ir, porque volveré a ir, añadiré las fotos nuevas aquí.
¿Qué decir de la berza? pues que estaba igual de rica que la que hace mi madre. Y a mi madre le sale para chuparse los dedos. Todos los días hacen un guiso del día, de comida casera, de la que hemos comido en casa de toda la vida. Cuchareo del bueno. Totalmente recomendable. El único problema es que después de comerme el plato de berza, no había forma de comer nada más, por lo que he tenido que rehusar a probar los huevos fritos con patatas. Como ya he dicho, volveré a por ellos otro día (sin falta).
Una cosa que me ha sorprendido, gratamente, es que prácticamente toda la gente que estaba en la venta, era gente del lugar. Aunque cada uno estaba comiendo en su mesa, no dejaban de hablar entre ellos, preguntándose sobre la familia y sobre otras cosas. Durante un rato, me he sentido como un intruso, como un extranjero. Me ha gustado ese ambiente de «gran familia», de pueblo, tan sano y saludable.
Resumiendo.
– Aunque está un poco perdido, suele ir mucha gente, así que, o reservas o te plantas allí bien tempranito.
– Si te gusta la comida de cuchara casera, no dejes de pedirte el plato del día.
– No puedo deciros nada (aun) de los huevos fritos con patatas. Si alguno va antes que yo, que cuente como están, por favor!
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