Viaje a Tailandia (2 parte)

Viaje a Tailandia (2ª parte)

(12 al 23 septiembre 2014)

Como os contaba ayer, hoy se acaba la primera parte de mi viaje a Tailandia. Primer objetivo, cumplido. Ya soy Advance Open Water. Ahora toca cambiar por completo de paisaje, para seguir disfrutando de este maravilloso país que tanto me esta gustando.

Lo primero que tengo que hacer es moverme al otro lado de Tailandia, al norte. Para ello me espera un largo viaje por delante. Dos días prácticamente.

El primer tramo, en barco, para sale de Koh Tao hasta el puerto de Champong. Una vez allí, tengo que esperar varias horas para coger el tren nocturno que me llevara a la capital, Bangkok.

Si no llega con mucho retraso, me dará tiempo a coger otro tren hacia Chiang Mai, en el norte del país. Llegare por la noche, asi que buscare alojamiento para una noche y al día siguiente decidiré que hago.

Mi destino final es Chiang Rai (mas al norte aun). No se si continuare hasta esta ciudad para luego ir bajando, o si me quedare en Chiang Mai unos días y luego seguiré hacia el norte. Ya improvisare conforme vaya viendo. Me han contado aquí que las dos ciudades tienen mucho que ver, así que para aya voy!

En este mapa viene indicado lo que voy a hacer. En total serán unos 1400 km (entre el barco y los dos trenes).

viaje segunda parte viaje a TailandiaNo se si podre pillar algo de wifi por el camino, así que es muy posible que hasta dentro de dos o tres días no volváis a tener noticias mías. Hasta pronto!

Décima jornada: comienza el largo viaje.

Hola de nuevo. Ya deje atrás Koh Tao. Esta isla que me ha mostrado un mundo nuevo y maravilloso. Por delante tengo un largo camino. Tengo que atravesar todo el país de sur a norte. Desayuno temprano y disfruto por ultima vez (por ahora) de esta maravillosa vista:

Koh TAo

Primero ha tocado volver a coger el catamarán de la compañía Lomprayah. Cuando llegue al puerto ya había una gran cola en ventanilla. No obstante, ha sido cosa de unos quince minutos que me confirmaran el billete y me dieran una nueva pegatina en la que indicaban que iba a coger el tren.

Como he vuelto a coger un billete combinado (en realidad te dan tres billetes para el barco, el bus y el tren), he enseñado todo en ventanilla del barco y así ellos ya cuentan contigo para el trayecto en barco, y te reservan una plaza en el bus que te llevara desde el puerto de Chumphon a la estación de tren.

Como decía, la cola ha ido rápida y en nada ya estaba dentro del catamarán. Esta vez no iba tan lleno como cuando vine. Sale puntual (a las 14:45) y tras alguna cabezada y dos horas de travesía, llegamos a puerto.

Ferry Lomprayah Koh Tao Chumphon

Aunque parece ser un caos, el desembarco es un caos controlado. Hay personal en los sitios clave que te indican que hacer dependiendo de la pegatina que llevas. Encuentro fácilmente el autobús. Tras otros 35 minutos, me deja en la estación de tren de Chumphon. Son las 17:30 y el tren no sale hasta las 21:20, por lo que toca esperar un buen rato.

Dejo la mochila en una especie de consigna (una habitación) y por 30 baht (0.72 euros) me puedo olvidar de ella por un rato.

Consiga estacion tren Chumphon

Doy una vuelta por los alrededores de la estación y veo que justo enfrente hay un restaurante, «Papa Seafood» se llama. Creo que es un buen sitio para cenar algo mientras espero.

Me pido mi primera cerveza en Tailandia, una «Tiger» (la cerveza del GRUMOCA) y me pido algo de cena (pollo salteado picante con arroz).

A las 18:00 vuelve a sonar el himno (ya confirmado) y, mientras un policía arría la bandera que hay en una rotonda frente a la estación, el trafico se para y todo el mundo permanece en posición de firmes.

Este restaurante tiene WIFI, así que aquí os dejo los datos de la conexión, por si estáis esperando en la estación y os aburrís.

Wifi Papa Seafood

Ahora tocaba cenar y esperar a que llegue el tren nocturno. Hay muchos trenes, unos con vagones litera y otros no. Yo he cogido este porque prefiero viajar de noche. Te ahorras el dinero del alojamiento y adelantas tiempo.

Como ya os dije, mi destino es la ciudad de Chiang Rai. No se si hay tren directo hasta allí o si me tendré que bajar en Chiang Mai y luego coger algún bus. Mi plan por ahora es llegar a Bangkok, cosa que haré si Dios quiere mañana a las 06:30 de la mañana, y coger el primer tren que vaya al norte.

Me he vuelto a coger billete en segunda, con aire acondicionado y litera de abajo. Dormir bien me ayudara en un viaje tan largo (y esta vez si vengo con tapones para los oídos).

Mientras ceno, el restaurante se llena de gente local (buena señal) y veo que muchos piden almejas y cangrejos. Deben ser la especialidad de aquí. Una pena que ya haya pedido otra cosa, me habría gustado probarlos.

A partir de las 19:00 hay música en directo en el restaurante. Esto ha hecho que el tiempo esperando se me haya pasado volando. Debe ser porque es viernes.

Al final he estado casi dos horas oyendo música. Ha sido un rato muy especial. La verdad es que los dos grupos que han tocado eran muy buenos. Han interpretado música occidental y de aquí. Música tranquila, baladas, un poco de blues… Me he quedado embobado oyéndolos y no he notado el paso del tiempo.

Hoy he tenido un día tonto. Entre que me he ido de la isla que tanto me ha gustado y algún sueno que tuve anoche, estoy algo triston. La música de esta noche me ha ayudado a pasar un rato a solas conmigo mismo, a pensar en mis cosas y a recordar otras. Debo ser el único que estaba prestando atención a los músicos, ya que cuando me he levantado para irme (me habría quedado toda la noche, pero no podía perder el tren), el que estaba tocando me ha saludado y me ha dado las gracias. El resto de la gente seguía a lo suyo, comiendo y charlando,  y sin prestar la mas mínima atención a unas personas que han tenido que esforzarse mucho para poder llegar a cantar y tocar unos instrumentos de esta forma. Tan difícil es prestarles al menos un poco de atención? Ademas, es que lo hacían muy bien.

He grabado algunos vídeos. Cuando sepa como hacerlo, pondré alguno aquí para que veáis de lo que hablo.

Tas la música, he estado esperando un poco en la estación. Han ido llegando varios trenes y había un poco de confusión ya que no se entendía apenas lo que decían por los altavoces. Yo le iba preguntando a una señora que vendía comida y ella me iba informando. Se los conocía todos perfectamente :).

El mio ha llegado puntual. He subido al vagón que me tocaba y ya estaban las literas preparadas. Tras ensenar el billete al revisor, me he metido dentro. He aprendido algo nuevo. Los respaldos de los asientos, al convertirlos en litera, se pueden subir y hacen de balda para dejar cosas. He visto como lo hacia un local que tenia la litera de al lado. Así que, si quieres, puedes dejar dentro la mochila y todo lo que lleves. Fuera, en los pasillos, se pueden dejar también, y no hay ningún problema de seguridad. Yo deje la mochila grande fuera, y todo lo demás dentro, en la «balda». Esto me permitió tener mas espacio para mí que la otra vez. Me he puesto cómodo, me he colocado los tapones y a dormir. Mañana os sigo contando.

Conclusiones:

  • Aunque ya os contare en una entrada aparte diferentes formas de viajar desde Bangkok a Koh Tao, creo que la mejor forma es el billete combinado y viajar en tren por la noche, en litera.
  • Si tenéis que hacer tiempo en la estación de tren de Chumphon, os recomiendo que cenéis en el restaurante «Papa Seafood». Pediros cangrejos o almejas, y me contáis que tal están :). Si tenéis suerte y hay música en directo, veréis como os gusta.
  • Acordaos de subir los respaldos para poder poner cosas dentro de la litera y tener así mas sitio para vosotros.

Undécima jornada: este tren no llega nunca!

Son las cinco y media de la mañana y me he despertado oyendo al encargado de este vagón. Estaba avisando de que quedan 40 minutos para llegar a Bangkok para que nos fuéramos levantando y que el pudiera cambiar las literas a asientos. Lo he oído de suerte, porque con los tapones prácticamente no he oído nada. No obstante, como Bangkok es la ultima parada, seguro que en el tren no me habrían dejado. Por cierto… que bien he dormido esta noche!

El tren llega a Bangkok con solo 15 minutos de retraso. Me dirijo rápidamente a las ventanillas y compro un billete para Chiang Mai. Por delante tengo 12 horas (si, doce) de viaje. El billete me ha salido por 640 Bahts (unos 15 euros). Sale a las 08:30 y llegare por la noche. Habría preferido coger uno nocturno, pero así adelanto y no tengo que esperar todo el día aquí. Para ir a Chiang Mai me informan que tengo que coger un autobús, por lo que, cuando llegue a Chiang Mai tendré que hacer noche allí.

Ventanillas estacion de tren de Chumphon

Voy al mostrador de información y la señorita me acompaña gentilmente hasta la agencia de viajes que se encuentra en la planta de arriba.

Una vez dentro, me preguntan qué tipo de alojamiento estoy buscando y pido algo que este cerca de la estación, por que mi intención mañana es salir para Chiang Mai. Me ofrecen una pensión que queda cerca de la estación de autobuses y del centro, con agua caliente (hasta ahora no he tenido) y baño privado, por 650 Baht (15 euros aprox.) la noche. Me ensenan un folleto y como me gusta, cojo una habitación. La verdad es que aun no se si me quedare en Chiang Mai varios días o si subiré primero a Chiang Rai para luego ir bajando. Tengo doce horas (si, 12) de tren para pensarlo.

La chica de la agencia de viajes me indica que en el tren entran a vender comida, como pasa en otros trenes, por lo que me aconseja que me compre algo aquí. También me ofrece dejar la mochila en la oficina hasta que salga el tren, cosa a la que accedo.

En la estación hay una consigna, y por poco dinero puedes dejar el equipaje para que la espera sea mas cómoda, pero si lo puede dejar aquí gratis…

Le hago caso a la chica, y me compro varios pinchos en un puestecito callejero de comida. También un par de dulces por si aprieta el hambre, que 12 horas son muchas horas.

De todas formas, siempre llevo una «reserva de guerra» en la mochila por lo que pueda pasar, que en esta ocasión se compone de un paquete de almendras, una lata de patatas fritas y un par de botellas de agua. Viajar con hambre es muy malo!

He aprovechado también para ir al aseo a lavarme la cara y ha hacer otras cosas. Como veis en la foto, no me ha resultado sencillo hacer esas «otras cosas» con todo el suelo mojado. Tras asearme un poco, me he subido a una cafetería y a esperar un ratito.

Como curiosidad, os cuento que donde están los asientos para que la gente espere, hay unos asientos reservados para monjes budistas.

Zona reservada a monjes budistas

Son las 08:00 de la mañana y han subido bandera. La policía de la estación ha formado y todo el mundo se ha puesto firmes mientras sonaba el himno nacional.

Formacion de la policia de la estacion para subir bandera

08:30. El tren sale puntual. Por delante tengo muchas horas de viaje, sentado en un tren viejo y lento, pero con unos asientos aparentemente cómodos. Me dará tiempo mas que de sobra para pensar que voy a hacer en los próximos días.

Cuando llevamos una hora de viaje, una azafata pasa con un carrito repartiendo bebidas (café, te, agua y refrescos) y un pequeño pastelillo. Esta incluido en el billete.

Desayuno en el tren

Me doy cuenta de que hay enchufes en los vagones, en el lado de las puertas, así que pongo a cargar el móvil.

Enchufe en los vagones

Conforme vamos avanzando, puedo comprobar lo húmedo que es este país. Esta todo lleno de tierras inundadas, ríos, lagos y campos de arroz.

Es curioso ver como los preparan, con unos tractores que están prácticamente hundidos en el fango, y que avanzan gracias a unas palas que tienen montadas al lado de las ruedas.

Vamos parando en algunas estaciones. El tiempo pasa muy despacio. No hay cafetería. No hay televisión. Veo en algunas estaciones que los pinchos de carne que en Bangkok estaban a 15 baht (0.36 euros) empiezan a costar 10 y hasta 6 baht (0.14 euros). Parece que la vida fuera de la capital es mucho mas barata. En una de las estaciones, justo al lado de la vía del tren, hay un templo de piedra en ruinas, completamente lleno de monos (Lop Buri)

A las 11:00 vuelve a aparecer la azafata, esta vez con bandejas de comida. Parece que al final, aunque no entraran a venderte comida, esta ya venia incluida en el billete. En la bandeja hay 3 recipientes. Uno de arroz cocido, otro de pescado en salsa y otro con pollo al curry. Me guardo el arroz por si algún día me pongo malo de la barriga y me como los otros dos (la verdad es que dentro hay apenas dos trocitos) y algunos pinchos hasta quedar saciado. Estos pinchos tienen forma de albóndigas de carne, aunque la verdad es que no se si son realmente de carne, y en caso de serlo, de que tipo de carne son. Tampoco se cuanto tiempo llevan hechos, pero no huelen mal y tienen un sabor parecido al pollo. Me gusta probar las cosas típicas de cada país, y aquí no iba a ser diferente. Menos mal que tengo un buen estomago que lo aguanta casi todo. Otro de los pinchos no parece ser carne. Puede ser algo parecido al tofu, no se. El caso es que no esta malo.

13:00. Ya «solo» quedan 7 horas y 30 minutos. Esto es desesperante. Traeros un libro, sudokus, lo que sea. Pero no es vengáis sin nada, porque os volveréis locos. Yo estoy empleando el tiempo en oír hablar a una familia de alemanes que tengo detrás. Poco a poco se me vuelve a hacer el oído y empiezo a recordar y comprender cosas. No hay nada como una clase intensiva de 12 horas non stop de alemán para volver a ponerse al día.

A las 15:00 nos vuelven a traer un refresco y otro bollo. Menos mal que no había comida…

Durante todas estas horas, el paisaje ha sido siempre el mismo: campos de arroz hasta donde alcanza la vista. Ahora, sin embargo, el tren comienza a subir y se comienzan a ver montanas alrededor. El viaje se hace mas lento.

16:35. Desde hace rato, el paisaje es montañoso y selvático. Seguimos subiendo. Ya queda menos!

Tras un buen rato subiendo, comenzamos a bajar lentamente, y poco a poco, se hace de noche. Ya no veo nada fuera, sigo mas aburrido que nada, así que continuo cotilleando lo que dice «mi familia» alemana, que no para de hablar.

El tren llega puntual. Por fin estoy en Chiang Mai!!!! Nada mas salir veo que hay varios taxistas, le digo a uno al hostal al que voy, y me indica a una compañera. Ella me lleva a un taxi que hay fuera aparcado (muy curioso, como todos los taxis de aquí) y salimos para mi alojamiento.

Cuando llego, parece que esta cerrado y nadie responde. Consigo entrar en el patio, pero la puerta del edificio esta cerrada. Doy una vuelta por el patio, llamando a ver si alguien me oye, pero nada. Tras un rato, veo que hay un papel pegado en una pared con mi nombre. En el papel me dice que hay unas llaves guardadas en una cajita. Que las coja y que entre en mi habitación. Eso hago.

Aunque la primera impresión de la habitación es buena, al poco tiempo me doy cuenta que esta bastante sucia y que hay varias cucarachas pululando (las cuales ya no existen). Las sabanas no están muy limpias que digamos tampoco. El aseo es muy cutre y la zona de la ducha esta justo al lado de un enchufe. Al final no he decidido que hacer con el viaje, pero si me quedo mas tiempo en esta ciudad, es posible que cambie de hostal. Al menos el wifi si funciona :).

Conclusiones:

  • Tratad de evitar coger el tren diurno a Chiang Mai. Si hay nocturno, cosa que aun no se, pero que mirare para la vuelta, mejor. Hacer 12 horas sobando en el tren tiene que ser muy distinto a hacerlas sentado en un asiento y sin nada en absoluto que hacer.
  • No creo que sea necesario comprar comida, ya que con lo que te dan en el tren es suficiente. No obstante, por si acaso no te gusta lo que te dan o para la cena (que no traen nada), si te puedes traer alguna cosa. Bebida tampoco esta de mas tener un poco extra.

Duodécima jornada:

Anoche me acosté sin saber que iba a hacer. Anoche al llegar cogí varios folletos, pero como me estaba entrando un ataque de «turistitis» preferí acostarme y dejar la decisión para hoy. Con «turistitis» me refiero al ansia de verlo todo y de aprovechar cada segundo del día corriendo de un sitio para otro, para ver todo lo que se supone que hay que ver.

Como sabéis, no es esa la forma de viajar que me gusta, así que hoy, me he dado un día libre para descansar, meditar y ver que hago, pero porque me apetezca hacerlo, no por que «haya» que hacerlo.

Así que hoy me voy a dedicar a pasear por el centro de Chiang Mai, y por la noche, iré al mercado nocturno, que solo lo ponen los domingos (hoy) y así aprovecho y hago algunas compras. Sobre que haré mañana, tengo muchas opciones. Me gustaría ir a Chiang Mai, y ya me han dicho que sale un bus cada hora, así que puedo ir cuando quiera y volver en el mismo día. Allí quiero ver un templo muy especial. Si voy, ya veréis las fotos. Ademas, me gustaría ir a usa reserva de elefantes, para verlos y ver como los cuidan. He visto en el hotel muchos folletos de paquetes turísticos para pasar un día entre elefantes. Esto no es lo que busco, así que voy a seguir buscando para ver si encuentro algo mas natural y menos en plan circo.

Hoy me he levantado temprano, para poder hablar con la gente del hostal, informarme y salir a pasear. La habitación, vista de día, ha ganado enteros. No esta tan mal como pensaba anoche. Debe de haber influido lo bien que he dormido en esta cama que al principio me parecía tan incomoda. Me voy a quedar otra noche aquí. Ademas, como cosa positiva, ya no estarán las cucarachas que había anoche (no se si vendrán otras eso si 🙂 ).

Tras hacerme con un mapa, me ha sorprendido que la ciudad vieja esta rodeada de un foso y en su día debía estar rodeada de una gran muralla, de la que hoy en día solo quedan pequeños trozos. El interior de esta zona amurallada esta llena de callecitas estrechas muy chulas, templos y mercados. He pasado un buen rato paseando sin rumbo, disfrutando del entramado y de la vida de las callejuelas.

Así estaba cuando he llegado al templo de Wat Chiang Mun. Tras estas un rato dentro «meditando» mis cosas, he tomado algunas fotos:

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Algo importante a la hora de visitar templos en Tailandia, es la indumentaria que llevamos. Por respeto, nos piden no llevar pantalones cortos ni equivalentes. Suelen poner un cartel cerca de la entrada explicando esto, y también suele haber un puestecillo donde nos «alquilan» algo de ropa mas decorosa (por unos 10 Bahts – 25 centimos), aunque en otros templos te la dejan prestada. Yo lo que he hecho, porque ya sabia esto, era traerme un pantalón de estos que se desmontan las piernas y se queda como un pantalón corto. Cuando voy a entrar en un templo me pongo las piernas, y luego me las quito para no pasar tanto calor.

Al pasar un rato en este templo, he continuado caminando, y sin darme cuenta, me he metido en otro
(Waat Lamchang). Algo mas pequeño, pero igual de bonito. Habia varios monjes haciendo ofrendas y unos músicos tocando instrumentos que deben ser de aquí porque no los había visto en mi vida. Lo dicho, cuando sepa poner videos, pondré uno cortito.

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Tras admirar el templo he parado a desayunar un buen cuenco de arroz con cerdo, y un batido de sandia riquísimo para coger fuerzas.

Luego he continuado sin rumbo, callejeando y dejándome llevar por los olores y los sonidos. Así he llegado a una calle llena de puestecitos de comida y con un mercado local. Me ha sorprendido ver la cantidad de frutas y verduras extrañas y el resto de productos que no estamos acostumbrados a ver. Como me gusta todo esto!.

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He seguido caminando un poco y he encontrado este ciber, muy barato (15 baht la hora – 36 céntimos), y aquí estoy actualizando el blog. Ahora seguiré caminando sin rumbo, a ver que encuentro y así estaré hasta la noche, en la que iré a ver el mercado nocturno, que por lo que me han contado, merece la pena. Si alguien quiere algo (el del gorrito no, que ya te tengo apuntado), que hable ahora o calle para siempre :).

Continuo con mi paseo. Chiang Mai esta lleno de tempos y la mayoría no sale en los mapas turísticos. A eso de la una de la tarde, cuando ya apretaba el calor, he encontrado mi rinconcito especial. Se trata del templo de Phan-Ohn. Alrededor del templo hay una especie de mercadillo y varios puestecitos de comida. Esta todo a la sombra y se respira paz y tranquilidad, por lo que he parado a comer.

He pedido un pincho de patata frita (por 20 baht – unos 50 céntimos) y un plato de arroz con langostinos rebozados (40 baht -1 euro). Luego me pedí un batido de mango (otro euro). La comida estaba muy rica y muy barata, y el lugar inmejorable para pararse y descansar un rato.

Comida de hoy

El templo, también es muy bonito. Como cosa especial, puedes comprar aceite de coco, cuyos beneficios van a parar a los monjes.

Después de comer y descansar, he seguido callejeando. Viendo el mapa de la parte vieja de Chiang Mai, que es un cuadrado rodeado de un foso, puede parecer que es imposible perderse. Nada mas lejos de la realidad. Si te limitas a ir por las calles principales, esta claro que no, pero si as por las intrincadas calles pequeñas, llega un momento que no sabes dónde estas. Eso me ha pasado a mi. No sabia donde me encontraba. Mi solución: seguir recto hasta encontrar el foso. Así lo he hecho, hacia la dirección en la que creía que se encontraban los dos templos que quería ver a continuación, y resulto que si, que conseguí llegar al foso, pero al lado completamente opuesto de la ciudad de donde yo pensaba que llegaría. Menos mal que una chica de un puesto de zumos me ha indicado donde estaba y he podido llegar a los templos.

Como dije antes, aquí hay muchísimos templos. Si vais cortos de tiempo, podéis limitaos a ver los tres mas importantes, que son los de Chiang Man, Phra Sing y Chedi Luang. Si vais sin prisa, como yo, podéis dedicaos a deambular, entrar a ver aquellos que os llamen la atención y ver los que os apetezcan. Yo, después de medio día viendo un poco de todo, quería ver los dos templos importantes que me quedaban. Dentro de un templo, aparte de contemplarlos por que son muy bonitos, puedes tener un rato de tranquilidad y ademas, se esta fresquito. Aunque sean parecidos, no hay dos iguales. Cada uno tiene algo especial que lo hace diferente de los demás (para darte cuenta, solo tienes que dejar las prisas fuera y observar un poco).

Me ha gustado especialmente uno (aparte de los ya citados), con unas estatuas de monjes a tamaño natural. Estaban tan bien hechas que hasta que no he entrado, no me he dado cuenta de que eran estatuas. Desde fuera parecían monjes reales.

Hablando de monjes, deciros que se ven por todos lados. Me ha sorprendido lo jóvenes que son muchos, casi niños. Aqui os dejo fotos de los dos templos que quedaban.

Por un lado esta el templo de Chedi Luang  :

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Y por otro el de  Phra Sing :

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Quiero aprovechar para hablaros de los alojamientos en Chiang Mai. Si no llegáis demasiado tarde, como fue mi caso, no es necesario que reservéis nada con antelación. Basta con darse un paseo para ver que el centro y los alrededores esta lleno de hoteles, hostales y albergues. Los precios varían dependiendo de lo que busques. Por lo que he podido ver, puedes pillar una habitación sin aire acondicionado ni baño por unos 350 baht (8 euros) la noche, una con aire y baño por unos 650 (15 euros) y de ahí, hasta el precio que quieras.

Me acabo de dar cuenta de que salí del hostal esta mañana a las ocho y ya son mas de las tres de la tarde. Llevo demasiadas horas pateando así que me voy a volver a la habitación, darme una ducha y a descansar un poco.Esta noche toca ir al mercadillo nocturno a gastar dinero!

Acabo de volver del mercadillo. Que pasada! He visto la mitad, de la mitad, de la mitad. Casi me pierdo otra vez :). El mercadillo en si se encuentra en una explanada junto a la puerta «Ta Phae» (al este de la ciudad antigua), pero luego se adentra por las calles del centro hasta donde alcanza la vista. Por «desgracia» para mi, me gusta mucho el tipo de cosas que venden, así que me he dejado una pasta. Lo bueno es que ya tengo prácticamente todos los regalos que quería comprar, salvo alguna cosilla. Lo que no se es como voy a ser capaz de meter todo en la mochila.

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Mañana me levantaré temprano para ir a Chang Rai. Que por que quiero ir allí? cuando veáis las toso lo entenderéis. También tengo plan para pasado mañana, pero para eso aun queda mucho tiempo. Buenas noches!.

Conclusiones:

  • Hay que ver el mercadillo nocturno de Chiang Mai. Es solo dos domingos, así que tratad de cuadrar el viaje para estar aquí. Preparad vuestras carteras! (y las mochilas).
  • Todos los templos tienen algo en especial. Prestad atención y lo veréis!
  • Si estáis cansados, con calor y necesitáis una parada, buscad el templo de Phan-Ohn, es el lugar perfecto para ello (no os digo donde esta para mantener un poco de exclusividad sobre el 🙂 ).

Decimotercera jornada:

Después de levantarme y asearme, he cogido un taxi y me he plantado en la estación de autobuses Arcade. Para ir a Chiang Rai hay que coger un bus de la linea verde (esto me lo ha dicho una señorita que me ha preguntado adonde iba nada mas entrar en la estación). Hay que coger un numero en una maquina y esperar a que te toque. En mi caso, ha sido sacar el numero y ya estaba sonando por megafonia, así que me he ido directamente a la ventanilla que me ha tocado. Como curiosidad, deciros que en la maquina para coger numero, hay un botón para comprar billetes el mismo día, otro día, y un botón solo para mojes (se ve que ser monje en Tailandia tiene algunas ventajas).

Tras decir adonde quería ir, la señorita de la ventanilla me ha pedido mis datos y me ha preguntado en que asiento me quería sentar. El viaje me ha costado 280 baht (unos 6 euros y medio). Como aun tenia un poco de tiempo, he dado una vuelta por la estación. No es muy grande, pero tiene varias tiendas y sitios para comer. También he encontrado un quiosco donde vendían revistas. Primo, ya tienes tu revista de 4×4 en tailandes!.

Cuando quedaban 15 minutos he buscado el anden, cosa que es muy fácil porque el edificio es cuadrado y los andenes están alrededor ordenados por numero. No ha tardado en llegar el bus al anden 21. Si llevas equipaje grande, se lo das a alguno de los operarios que se ponen junto a la bodega del bus y ellos te dan un papelito como resguardo (y grapan otro igual al asa de tu equipaje). Yo iba con mochila pequeña, así que me fui directo para dentro.

Nada mas entrar me quedo sorprendido por el tamaño de los asientos. Son enormes! Hay solo nueve filas de asientos, en un bus grande, así que os podéis imaginar lo amplios que son y es espacio que hay entre unos y otros. Van a ser dos horas de viaje, pero, esta vez si, muy cómodas.

El bus sale puntual (08:00). Al poco rato la azafata (si, el bus lleva una azafata) nos da una botella de agua y un pastelito. Me acabo de dar cuenta de que los super asientos solo están en las cuatro primeras filas. El resto son asientos normales.

Tardamos casi media hora en salir de la ciudad.Hay mucho trafico y en cada semáforo hay que esperar un buen rato (hasta 5 minutos por mi reloj). Me sorprende la cantidad de motocicletas que hay.

Mientras sigue el bus, os cuento otra cosa. El tema de la comida. No os preocupes porque hay sitios de sobra. En la mayoría te sirven comida Tailandesa y también occidental.

Para comprar otras cosas, ademas de tiendecitas por todos lados, tienes «7 eleven» por doquier (supermercados pequeños que abren H24).

Otro tema importante, es el de los taxis y tuc tuc. Parece que tienen un precio fijo para los turistas, de 100 baht vayas a donde vayas. Es caro (aunque solo sean dos euros y pico), y puedes regatear. Con los tuc tuc suelen tratar de clavarte y llegan a pedirte 200 o 300 baht. El precio se puede quedar en lo mismo que el taxi, si regateas. Si no quiere bajar el precio, sonríes, y le dices muy amablemente que te vas a coger un taxi. Entonces suelen bajarse del burro.

Seguimos con el viaje. Al poco de salir de la ciudad, comenzamos a subir, y a subir. Todo se vuelve increíblemente verde. La ciudad da paso a la montana y a la selva. Esto me encanta!

El cielo se va poniendo oscuro. Nubes negras comienzan a cubrirlo todo. Esta cayendo la del pulpo! Yo vengo preparado (chubasquero y mochila estanca), pero espero que en Chang Rai haga buen tiempo para así disfrutar mejor del día.

Durante el camino vemos varios controles de la policía. En uno nos paran, suben dos policías y nos piden la documentación a todos. Tras comprobarlos, nos dejan continuar camino.

Al final no han sido dos horas de viaje, sino tres! Lo bueno es que al llegar, brilla el sol. Voy a la ventanilla de información para preguntar como llegar a mi destino y me indican que tengo que coger un taxi o un tuc tuc. Me decido por un tuc tuc, ya que aun no me he montado en ninguno. Me pide el precio estándar (100 baht).

Tras unos 15 minutos, llegamos a Wat Rong Khun (el templo blanco). Como veréis en las fotos, es una maravilla. No es un templo antiguo, de hecho aun se esta construyendo, y es muy muy peculiar. No solo por su color blanco, sino por su diseño. Si te fijas bien, veras que hay estatuas de diablos y animales demoníacos por todos lados. Choca un poco tratándose de un templo. Ademas, en el edificio principal, hay un mural que ocupa una pared enorme en el que salen, aparte de Buda y el demonio, muchas imágenes de super héroes, películas y personajes famosos (Michael Jackson, Guerra de las Galaxias, Matrix, Marvel…). Podríamos decir que es un templo friki. Si, muy friki… e increíble. No dejan hacer fotos en el interior, así que buscad el panel el google o venir a verlo.

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Tras visitar el templo, busco un sitio para comer. Justo al lado hay un centro comercial pequeño, estrategicamente situado para atraer a los turistas. Huyo del lugar y busco por los alrededores. Cerca hay un restaurante en el que solo veo gente local y ahí me siento. La carta es sencilla: una fila de fotos en la pared. Me decido por el numero 9: arroz con cerdo en salsa. Cuando me lo traen, viene con un cuenco de sopa y una botella de agua. Todo muy rico y por el módico precio de 50 baht (1’20 euros).

Cuando termino y descanso un poco, busco un taxi para volver a la estación (a la numero 2, ya que hay otras), pero no veo ninguno. Pregunto a una señora, quien pregunta a otro señor, quien me indica que lo siga hasta su tienda de fruta, y le dice a su mujer que allí se encuentra que llame por teléfono para pedirme un taxi. Esto es normal aquí. La gente es muy amable y te ayudaran en todo lo que puedan. Como en todos lados debe haber gente que trate de aprovecharse de ti, pero yo aun no me he encontrado a ninguno así. La señora saca su móvil, y tras una breve conversación, me dice que me siente a esperar, que en unos 15 minutos llegara el taxi. En agradecimiento, le compro unos caramelos de pina natural que vende.

Va pasando el tiempo y el taxi no llega. Veo como la mujer, cada cierto tiempo, mira fuera por si lo ve llegar. Cuando ha pasado el cuarto de hora, vuelve a llamar. Se acerca y me dice que tardara otros 5 minutos. Le vuelvo a dar las gracias. Mientras tanto, la señora del puesto de al lado, me da conversación (en tailandes), así que sonrió y poco mas. A saber que me estará contando. En general la gente aquí chapurrea un poco de ingles. Lo suficiente para poder entenderte con ellos.

Al final llega el taxi y lo primero que hace el taxista es pedirme disculpas por haber llegado tarde (lo flipo). Volvemos a la estación, compro otro billete y a esperar media hora. Esta vez me ha salido por 140 baht (3’35 euros), casi la mitad que antes. Me doy cuenta de que tienen un cartel en el que explican que hay diferentes tipos de autobuses, y ahora me ha tocado viajar en uno normal (por eso es mas barato). El de antes tenia asientos VIP.

El viaje de vuelta dura otras tres horas. No he disfrutado del mismo, sino todo lo contrario. El conductor iba lanzado, por una carretera regular, bajando unas pendientes de flipar y con unas curvas… Al final he llegado sano y salvo. He vuelto al hostal y he salido para actualizar esto. Ahora cenare ya dormir. Tengo que coger fuerzas que mañana voy a vivir seguramente una de las mejores experiencias de este viaje. Ya os cuento :).

Conclusiones:

  • Si, merece la pena pegarse 6 horas de bus para ver el templo blanco. Es algo único en el mundo.
  • Evita comer en los sitios turísticos. La comida es peor y mucho mas cara. Los sitios locales, si te gusta la comida Tai, claro, son mucho mejores.
  • Viajar en Tuc Tuc es muy muy divertido. Lo recomiendo!

Decimocuarta jornada: Elefantes!

Otro día mas en este maravilloso país. Hoy me voy de aventura. Mucha gente me ha dicho que no me podía ir de aquí sin darme un paseo en elefante. Nada mas llegar a Chiang Mai, me puse a buscar información y encontré muchos folletos que te ofrecían hacer rutas o paseos en elefante. Al mirar los folletos, no me gustaron varias cosas.

En primer lugar, los elefantes llevaban unas grandes cestas metálicas en la grupa, y transportaban hasta a seis personas. No creo que esto les hiciera mucha gracia. También vi que en la mayoría, ademas del ya comentado paseo (cuya duración varia dependiendo de la empresa), tenían espectáculos con los elefantes (en plan circo). En las fotos los veías pintando o jugando a algún deporte (eso si, siempre bajo la atenta mirada de su cuidador y de su palo).

Resumiendo. Que me parece que en todas estas actividades se maltratan a los elefantes, así que no iba a participar en ninguna de ellas. Seguí buscando, por si había algo mas natural, y lo encontré.

Se trata de «La casa de los elefantes felices» (Happy Elephant Home). Se trata de un refugio de elefantes en el que los cuidan y permiten que vayan turistas a pasar el día con ellos. Con el dinero que reciben de estas visitas, tratan de comprar mas elefantes que necesitan cuidados y mantienen a los demás. En el folleto también indicaba que solo admitían grupos reducidos (10 personas máximo al día), lo que da idea de que no tienen afán económico.

Me recogieron temprano en el hostal, y tras ir recogiendo al resto de personal, salimos de la ciudad rumbo a las montañas. Tras casi una hora y media de viaje, llegamos a una granja situada en medio de un valle precioso. Todo rodeado de montañas, campos de arroz y maíz, un gran rio… Un paraíso, vamos.

No quiero contar con detalles que es lo que hice ni como, ya que si alguno viene, prefiero que viva la experiencia por si solo. Solo os digo que es una experiencia que merece la pena. Es uno de esos días que se recuerdan para siempre. Pase todo el día con un grupo de elefantes, como si fuera un cuidador mas, ayudando a hacer lo mismo que hacen ellos todos los días. Es lo mismo que hacia cuando iba a ayudar a un refugio de animales y gatos, pero esta vez, con elefantes.

Tenerlos tan cerca, tocarlos, acariciarlos… es una experiencia única. Tenéis que probar!

Aparte de estar con elefantes, la guía, se pasa el día contándote cosas de ellos, de su vida y aprendes mucho. Nos explico que ellos se dedican a ir a las empresas de «fan taxi», que así llaman a las que te dan paseitos con elefantes, o a los circos, y tratan de convencer a los dueños para que les cedan los elefantes que están enfermos o mas tocados. Si no los ceden, les ofrecen dejarlos en el refugio un tiempo para que se recuperen, y cuando tienen dinero, los compran.  Me confirmo que en las empresas que te dan paseos, abusan de ellos y los tienen horas y horas andando sin parar (el turista puede que solo vea su paseo, pero no sabe que luego viene otro, y otro…). Las cestas les hacen daño y heridas, y tienen muchos problemas musculares y óseos. Con los circos pasa igual. Para sacar mas dinero, los explotan todo lo que pueden y los elefantes sufren mucho. En varios de los elefantes del refugio podías ver las huellas de este maltrato.

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Total, que este lugar si me ha gustado y me ha dado la oportunidad de vivir una experiencia única e inolvidable que os recomiendo a todos (y al que todavía se quiera seguir dando paseos con los elefantes, haya el).

Pase prácticamente todo el día en el refugio, y ya por cuando iba a anochecer, me trajeron de vuelta a mi alojamiento. He aprendido mucho y estoy feliz por haber pasado este día con los elefantes.

Para cenar, me fui a mi mercado de comida favorito y he comprado varios pinchos sin identificar, a huevo. También algo de arroz, un rollito de hoja, un muslo de pollo frito, y fruta. Esta noche toca degustan de productos locales.

Degustacion de productos localesAl final ha habido varias «sorpresas». Unos de los pinchos, que ha simple vista parecía un pinchito moruno, era en realidad piel de pollo frita (si, solo piel). Otro, el de mas de la derecha, eran… culos de pollo! Me he comido un par de ellos, y el resto… a la basura. Como no sabia si las hojas del saquito se comían, lo he abierto. Craso error. Dentro había una especie de pasta de carne gelatinosa con arroz y guindillas. No obstante, estaba bueno y me lo he comido. Por menos de dos euros, no ha estado mal la cena.

Conclusiones:

  • Si padeces «turistitis» y no te importa mucho la salud de los elefantes, coge un pack elefantes, donde los cabalgaras o iras sentado en una cesta, te meterás en el agua con ellos un par de segundos para que te hagan una foto y, con suerte, te enseñaran hasta como darles ordenes para que hagan lo que tu quieras.
  • Si todo esto no va contigo, llama a los de Happy Elephant Home.  Me lo agradeceras.
  • Te vas a ir de Tailandia sin haber montado en elefante? Si, pero he paseado con ellos, he ido al campo a recoger caña de azúcar y plátanos para alimentarlos, me he bañado con ellos (si, bañado, mas de una hora en el río jugando y mojandolos, no dos segundos para una foto), los he acariciado, los he abrazado y he disfrutado de su compañía. Ademas, me han enseñado muchas cosas sobre ellos. Que preferís vosotros?
  • No todo es lo que aparenta, y si se trata de comida Thai, menos. Así que, si sois algo aprensivos con la comida (menos mal que yo no lo soy), preguntad que estáis comprando.

Decimoquinta jornada: Se acabo Chiang Mai!

Todo lo bueno tiene su final (o eso dicen, no). Tras varios días en esta ciudad que tanto me ha gustado, llega la hora de partir.

Para empezar el día, me he llevado una agradable sorpresa. Al ir a pagar la habitación, la dueña me ha preguntado que cuanto podía pagar por ella al día (cosa que me ha dejado un poco trastocado), y no he sabido que decirle. Ha sonreído, y me ha dicho que 500 baht al día (cuando se suponía que valía 650). Así que me he ahorrado un dinerillo. Por cierto, ayer me cambiaron a una habitación mejor que había quedado libre. Esta claro que no ha incrementado el precio.

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He dejado la mochila en el hostal y me he ido a dar mi ultimo paseo. El tren lo cojo a las 4 de la tarde, así que tengo algunas horas para disfrutar por ultima vez de estas calles. He vuelto a pasar por los sitios que mas me gustan, sin prisas, y disfrutando de la vida que ya había en ellos. Me he tomado un zumo de sandia, riquísimo.

He entrado en el ciber a actualizar el blog, ya que no se cuando me podre volver a conectar y ahora me iré a comer. Esta noche dormiré en mi litera de abajo del tren nocturno (se acabo eso de estar 12 horas sentado aburriéndome) y mañana cuando me despierte ya estaré en Bangkok. Ultimo punto de mi viaje. Aun me quedan varios días por delante, así que aun tengo tiempo de disfrutar mucho de este gran país. Hasta pronto!

Como os decía, llega la tarde y me voy para la estación de tren. Desde una hora antes de salir, ya están diciendo por megafonia que nos subamos al tren. Cinco minutos antes de la hora prevista, según mi reloj, sale el tren (deben tener prisa, teniendo en cuenta que son 14 horas y media de viaje).

Al poco de salir nos traen una carta de menús, por si queremos cenar. Los precios son un poco altos, pero no se sobran demasiado (unos 200 baht el menú completo). Encargo comida para las seis y una coca cola para ahora. Me ponen un mantelito muy mono y a esperar. La cena me la traen un poco antes de lo previsto y es mucha mas cantidad de lo que esperaba. Me pongo como el kiko. Tras cenar, me preparan la camita. Asi si! Quien prefiere viajar 12 horas sentado, pudiendo ir durmiendo como un señor? yo desde luego, no.

Conclusiones:

  • Ya os comente que hay habitaciones de todos los tipos y precios. Aun así, siempre podéis negociar con los dueños (como casi todo aquí).
  • Me reitero en que, para mi, la mejor forma de viajar es en los trenes nocturnos. Vas durmiendo, te ahorras un día de alojamiento, llegas a primera hora de la mañana a tu destino…
  • Aunque seáis un poco tiquis miquis con la comida, probarlo todo! Hay cosas que nos os gustaran, pero otras muchas si. No os fiéis de la apariencia (ni para bien, ni para mal).
  • Después de tan largo viaje, en Bangkok voy a quedarme en un hotel decente, para despedirme en condiciones del país. Porque yo lo valgo… o no?

Decimosexta jornada: Hola Bangkok!

No se que tienen estos trenes, que he dormido toda la noche del tirón. A las 5 y media nos han ido despertando y hemos llegado a Bangkok bastante puntuales. He cogido un taxi y para el hotel. Hice la reserva por Booking ya que, como os dije, quería pasar mis últimos días en un hotel decente. Hay que probarlo todo, no?. Ya he estado en habitaciones normales y en otras cutres (con cucarachas incluidas), así que, para despedirme me voy a un gran hotel. Me he decidido por el Chillax Resort, y ya que estamos, por una habitación «superior» con jacuzzi privado. Después de un largo día andando por ahí, seguro que un buen baño de burbujas ayuda a recuperarse :).

En la web decía que no se podía entrar a las habitaciones hasta las dos de la tarde, así que mi plan (ya que he llegado a la ciudad a las seis y media de la mañana) era llegar, dejar la mochila e irme a dar un paseo. Para mi sorpresa, nada mas llegar me han dado la habitación sin problemas, cosa que se agradece. Como podéis ver en las fotos, la habitación no esta nada mal.

Comentaros una cosa de los taxis en Bangkok. Aqui no es como en Chiang Mai. No hay precio fijo por lo visto. El que he cogido en la estación de tren para el hotel, me pedía inicialmente 400 baht (una burrada), y tras regatear lo he conseguido por 150 (aunque para ello he tenido que hacer como que me iba para coger otro, ya que de 200 no quería bajarse. Así que mucho cuidado aquí que van a tratar de timarte!

Tras una ducha, deshacer la mochila y relajarme un poco, he cogido mi mapa (que no creo que llegue a fin de viaje porque esta ya muy hecho polvo) con el mapa de la ciudad por un lado (y de Chang Mai por el otro) y he ido a reconocer la ciudad. Como es el primer día y tengo varios por delante, lo único que quiero hoy es pasear, conocer la ciudad, perderme, encontrarme y volverme a perder. Y eso he hecho. El mapa me viene muy bien para tomar referencias y, sobre todo, para volver a localizar donde estoy cuando me pierdo.

Por seguir un camino, he tirado desde el hotel hasta el río, y luego he seguido toda la ribera hasta que me he cansado y he vuelto en dirección del hotel. Mi mapa tiene un «pequeño» problema: no tiene una escala. Eso hoy me ha gastado una broma, ya que, las distancia reales eran enormes en comparación con lo que parecía en el mapa. Resultado: me he dado un pateo del copón. Eso si, con tranquilidad y sin prisas.

Como decía, salí dirección al río, y tras un rato, llegue al Gran Palacio. No dejaban de entrar grupos de turistas, y hoy no me he traído mi pantalón desmontable, así que… otro día lo veo. He seguido adelante, y he comenzado a disfrutar de las calles, de las tiendecitas, puestecitos de comida, colores y olores de esta ciudad. Que bullicio! Gente por todos lados, cantidad de trafico, gente comprando y vendiendo… Esta ciudad no para.

Al llegar al río, he visto que hay varios embarcaderos donde puedes contratar un viaje en barco. La mayoría es para turistas, ya solo con acercarte ya te están ofreciendo un viaje por una hora por una pasta. Tras mirar varios, ya se cual voy a coger. Se trata de estas barquitas taxi, que por solo 15 baht (0’36 euros) te llevan por el río a donde quieras (o eso he entendido yo, cuando lo haga ya os lo confirmare). El resto, por lo que he visto, son barcos mucho mas grandes, que van mangaos, y llenos de turistas, por lo que no puedes disfrutar del viaje nada. Con las barcas estas vas solo, así que mucho mejor.

Justo al lado de este embarcadero hay un mercado muy chulo, lleno de puestecitos. Me ha gustado tanto, que he parado para comer algo. Me he pedido una de las especialidades del país y que aun no había probado: el Pai Thai. Son fideos con verduras y lo que le quieras poner. En mi caso, huevo y langostinos. Me he sentado en un sitio donde solo había gente local y le he pedido al camarero que me sacara una foto, cosa que ha hecho con mucha amabilidad.

Yo comiendo en un garito en Bangkok

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Tras comer, he seguido paseando por el mercado, bebiéndome algún zumo de fruta natural que otro (el de lichi esta buenísimo), y he continuado por las callecitas de alrededor, llenas también de tiendas y puestos. Y luego dicen que en España esta todo lleno de bares. Pues aquí hay mas tiendas y puestos de comida, con diferencia.

Tras caminar otro rato y ver varias cosas interesantes, he llegado a un cartel que ponía «mercado de las flores». He entrado, y estaba abarrotado de gente local correteando de un sitio para otro llevando y trayendo cosas, comprando y vendiendo. Eso si, flores, ni una. Al salir, ya he visto que las flores las tienen en la mis acera, a lo largo de toda la calle. Que cantidad de colores y olores. Eso si, guiris, ni uno.

Como curiosidad, me ha pasado varias veces hoy, que ha habido gente que al verme (con mi pinta de guiri), me señalaba hacia donde están los sitios turísticos, y me decían que por aquí no había nada importante que ver. No deben estar acostumbrados a que los extranjeros vayan por sitios que no sean turísticos, pero resulta que precisamente estos sitios son los que mas me gustan a mi.

Total, que tras el mercado de las flores, he seguido metiendo mis narices por callejuelas y lugares donde el único guiri era yo, y donde he podido ver cosas muy interesantes. Por eso hay que pasar de guías y demás chorradas (hasta de lo que yo os pueda decir aquí). Lo mejor es andar, perderse, y ver una ciudad con tus propios ojos. Si vas sin prisas, y eres buen observador, te sorprenderás de las cosas y lugares que vas a encontrar y que no viene en ninguna guía que puedas comprar. El mapa, de referencia solo. Hay que ir adonde te lleve tu instinto (o tu inconsciencia) :).

Lo siguiente que he encontrado ha sido el barrio chino. Tiendas y mas tiendas por doquier. Si estas interesado en comprar ropa, este es buen lugar. Me ha llamado mucho la atención una calle bastante larga en la que solo había armería. Los escaparates exhibían rifles, escopetas tácticas y pistolas, como si de zapatos se tratara. Eso si, en las puertas unos guardas de seguridad con caras de muy pocos amigos (aunque después, a la hora de pedirles si podía hacer alguna foto, no me han puesto ningún problema).

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Muy cerca del barrio chino, se encuentra el Monte Dorado. Desde lejos parece un castillo con una cúpula dorada, que me ha llamado la atención, así que he ido a ver que tal. La subida, muy bonita, pese a los montones de escalones que hay que subir. Una vez arriba, solo las vistas que hay de la ciudad merece la pena.

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Tras descansar un poco y disfrutar de las vistas, he continuado dirección al hotel, ya que estaba algo cansado. Me he encontrado con el «Monumento a la Democracia». No me jodas que no parece copiado de un edificio Eldar (los frikis me comprenderán jajaja). Justo en esta rotonda, he visto un restaurante muy tranquilo (tanto que no había nadie) y me he sentado para comer (se llama Sidewalk). Me he pedido un Tom Yum con langostinos (si, me gustan mucho los langostinos, que pasa) que estaba «ligeramente» picante (cosa que me encanta) y he aprovechado para descansar y relajarme un poco. Para no perder la costumbre, y por si pasáis por este monumento y queréis consultar Internet, aquí tenéis la password: aw22228888 (la red se llama sidewal customer o algo así). Espero que no cambien la clave muy a menudo :).

Tras la comida, he vuelto al hotel a probar el jacuzzi. Al final lo de «probar» se ha quedado corto. Se estaba tan bien, que me he quedado dentro mas de una hora, hasta que se me han arrugao los dedos jajaja. Creo que por hoy ya esta bien. Aun son las cinco de la tarde, pero no me apetece hacer nada mas, así que voy a disfrutar del hotel y de mi mismo. Estoy en el hall actualizando esto, y luego no se que haré. Piscina con efecto infinito de la terraza? Gimnasio? (esto lo pongo por decir algo, no es una opción en absoluto), cenar? otro bañito de espuma? mañana os cuento.

Para finalizar, un comentario acerca del trafico. No os lo había dicho, pero aquí se conduce por la izquierda. Bangkok tiene fama de ser una locura, y si, lo es. Pero si te fijas bien, creo que es un caos controlado. Me explico. Hacen muchas pirulas, si, muchas. Pero precisamente por eso, los conductores parecen ser bastante tolerantes con los demás y no se oyen pitidos ni insultos. Si ven a otro haciendo una pirula, simplemente les ceden el paso o le facilitan las cosas. El problema es que son muchas pirulas continuamente y desde fuera parece un descontrol total. Si te sientas un poco y te pones a mirar, veras esto que te digo. Por otro lado, los pasos de cebra están de adorno, totalmente. No les hace caso ni Perry (que algún día os contare quien es). Para cruzar la calle, armaos de paciencia y esperar un poco, ya que, como os dije el otro día, los semáforos se pegan un buen rato. Cuando se ponga uno en rojo en algún lugar, dejaran de venir vehículos por un rato. Otra opción es ir por derecho, esquivando coches y sobre todo, motos, ya que harán por esquivarte (como es normal).

Conclusiones:

  • Pasa de guías turísticas: camina, observa, huele, siente, disfruta!
  • Sigue probando todo lo que puedas. Hay cosas que solo las encontraras aquí!
  • Cuidaito con los taxis: regatea todo lo que puedas. 100-150 baht son la referencia (que ya es mucho). Si no se bajan del burro, vete a otro.
  • Cuidaito con los mosquitos. Al volver al hotel me he quitado la camiseta y tenia tres picaduras tamaño XXL, debajo de la camiseta! han debido ser mosquitos con alabardas por aguijones. Que cabrones! ahora entiendo por que venden repelente para echar en la ropa…
  • Recordad que aquí se conduce por la izquierda (así que hay que mirar a la derecha a la hora de cruzar, no a la izquierda).

Decimoséptima jornada: Una de templos!

Hoy me he puesto mis pantalones desmontables con el objetivo de ver todos los templos que me sea posible y así olvidarme de estos pantalones por lo que me queda de viaje. En primer lugar, me he dirigido al Gran Palacio. Tras atravesar las murallas exteriores, he encontrado la ventanilla donde se compra la entrada. 500 Bahts me han clavado! Esta gente debe hacer un pastón al día, porque esto esta petaisimo de gente. Muchísima por todos lados, casi todos asiáticos.

Tras pagar la dolorosa, me dirijo a la entrada. Una vez dentro tengo que deciros que si, que es muy enorme y muy bonito todo, pero tanto como para pagar 500 baht… ademas dentro esta mucho mas petado aun. Esto empieza a agobiarme y no acabo mas que entrar.

Con la entrada te dan un mapita, así que le hecho un vistazo. El recinto es muy grande y dentro hay varias cosas interesantes, así que me doy una vuelta. Primero voy al templo a ver el famoso Buda de Esmeralda. Es una figura no muy grande y no dejan echar fotos dentro, pero desde fuera, si tienes una cámara con un buen zoom (como es mi caso) se pueden hacer. Como veis, esta muy chulo el Buda y si realmente es de esmeralda, debe valer un pastón.

Tras admirar el gran templo Prakaeo (que así se llama), continuo con mi periplo dentro de la zona del templo, donde hay otros edificios muy chulos también. Cuando estoy sacando unas fotos, se me acercan unos niños con uniforme escolar, y en un ingles bastante bueno (teniendo en cuenta que son unos enanos) me preguntan si pueden robarme un poco de mi tiempo. Respondo afirmativamente, y me explican que, como parte de un trabajo de clase, están haciendo unas encuestas a los visitantes al templo. Accedo a participar (como para decirles que no con esas caritas) y me van haciendo preguntas sobre mi procedencia y cosas que me gustan de Tailandia. Al final me dan las gracias y les pido si puedo hacerles una foto (para que los veáis). Tengo que reconocer que durante toda la visita al recinto del Gran Palacio he rellenado tres encuestas. No era capaz de decirles que no jajaja.

Tras visitar el templo, me dirijo a la zona donde se encuentra el Gran Palacio. Llego a tiempo justo para el cambio de la guardia. En la zona de abajo del Palacio, hay un museo de armas antiguas Tailandesas. No dejaban sacar fotos, pero merece la pena entrar: espadas, katanas, lanzas, tridentes y muchas mas cosas, aunque es solo una habitación grande.

Ya estoy cansado de tanta gente, así que me piro del aquí. Vuelvo a visitar el mercado que tanto me gusto ayer y, como aun no he desayunado, pruebo nuevos pinchos y otro zumo de lichi. Muy rico todo.

El siguiente templo que visito es el Wat Pho (templo del Buda reclinado). Por fuera, parece otro templo mas (aunque no hay dos iguales), pero al entrar te das cuenta de que no es así. Dentro hay una figura de un Buda reclinado de muchos metros. Es enorme.

Vamos a por el siguiente: El Wat Arun Ratchawararam (también conocido como el Templo de la Aurora, o del Amanecer). Esta al otro lado del río Chao Phraya, así que cojo un barquito que te cruza por solo 3 baht (7 céntimos). Este tampoco tiene nada de normal. Para empezar, tienes que pagar entrada (50 baht – 1 euro y pico). Lo que mas llama la atención de este templo es su «prang» central (lo acabo de mirar en wikipedia, para saber como se llama, que os creéis…). Es una especie de torre, por la que se puede subir. Eso si, los que padezcáis de vértigo, absteneos, ya que están super empinados y para bajar tiene telita la cosa. De hecho, había una chica asiática arriba que no era capaz. Era acercarse y entrar en pánico. Allí la deje, no se que habrá sido de ella. Lo mismo sigue allí jajaja. Desde arriba hay unas vistas muy bonitas del río, que como podréis ver en las fotos, esta siempre muy transitado.

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Para descansar me siento en un pequeño garito donde venden zumos y refrescos, saco y mapa y me pongo a pensar que hacer ahora. En el hotel me dijeron que también merece la pena ver un templo que hay al norte de la ciudad, el Wat Benchamabophit (conocido como templo de mármol), así que para el norte me voy a ir. Como ya estoy un poco cansado, y por probar algo nuevo, voy a ir en barco, río arriba. Me voy al embarcadero mas cercano (hay muchos) y me dicen que por 15 baht (0’36 euros) puede coger un barco hacia donde quiera. La cosa es que este tipo de barco es el equivalente a un autobús en la tierra. Siempre hay varios navegando, y van parando de embarcadero en embarcadero. Solo tienes que tener cuidado de coger el que vaya en el sentido que tú quieres (río arriba, o río abajo). Si preguntas en el embarcadero, te dirán cual es el tuyo, así que no tendrás problema. Pagas una vez dentro. En mi caso había una mujer con una especie de hucha dándose vueltas por el barco y cuando pasa cerca tuya, le das los 15 bagh y te da un ticket. Así de fácil y barato. El que sea barato hace que lo coja mucha gente local, incluido monjes.

Transporte rio Chao Phraya

Tras varias paradas llego a la mia, y me bajo. Nada mas bajar, veo que hay un puesto que vende pescado y esta tirando al río los restos de haber limpiado unos cuantos. No os podéis imaginar como se ha llenado en un momento el lugar de peces enormes luchando por llevarse un bocado a la boca.

Peces en Chao Phraya

Por cierto, me he bajado en el embarcadero de Tha Thewet, el mas al norte que salia en mi mapa. En la calle que sale desde este embarcadero hay otro mercado de plantas y flores. Me ha sorprendido que también hubiera puestos con unos recipientes enormes llenos de pescados vivos.

He seguido dirección al ultimo templo del día, y me he metido por calles muy curiosas, llenas de vida, ajetreo, gente… Me encantan estas calles. Al atravesar un canal he visto como actuaba en servicio de limpieza acuática jejeje.

Por la zona por la que he pasado estaba llena de cuarteles y comisarias de policía. De hecho, en la calle había muchos militares armados patrullando y puestos de control. Mas adelante he visto que había varios Cuarteles Generales de los diferentes ejércitos, y varios edificios oficiales, entre ellos el Palacio del Trono y la Residencia del Gobierno.

Tras una buena caminata, he llegado a Wat Benchamabophit. Otro templo mas? no! Lo que diferencia a este de los demás es que esta construido casi por completo (quitando el tejado) de mármol de Carrara, traído de Italia. Esto le da un color muy bonito. En la parte de atrás tiene un patio en el que hay  montones de estatuas de diferentes Budas (esto tampoco lo tienen los demás). El recinto lo atraviesa un riachuelo cruzado por varios puentes, y tiene un jardín y otros edificios muy bonitos. Es un buen lugar para descansar y meditar, así que… eso hago. No me extraña que lo consideren como uno de los templos mas bonitos de Bangkok.

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Vaya pateo me he vuelto a meter hoy! Esto de andar tiene sus ventajas, ya que por lo que he visto, los turistas con turistitis solo están en los sitios de «interés», así que deben moverse en taxis, tuc tuc o autobuses para ir de un sitio a otro, y se pierden lo mejor, que es TODO LO DEMÁS. Yo todo esto lo estoy viendo y viviendo, pero hoy por ejemplo, mis piernas lo están pagando a buen precio (tendré que poner remedio esta tarde jejeje). Ya en serio, me ha sorprendido encontrarme a tan pocos turistas por la ciudad. En Chiang Mai por ejemplo se veían por todas partes, aquí lo normal es no ver a ninguno. En los sitios turísticos, si, claro, pero en el resto de la ciudad, muy pocos.

Pongo rumbo al hotel. Estoy cansado y hambriento. Sin quererlo paso delante del Estadio de Boxeo Ratchadamnoen. Esta cerrado ahora mismo, pero hago una foto a los horarios por si alguna tarde me animo (muy aburrido tengo que estar para venir a ver un combate de Thai Boxing, pero bueno, nunca se sabe).

Estadio de Boxeo Ratchadamnoen

Anoche cene en un lugar muy chulo justo al lado del hotel. Hoy he repetido para comer. Se llama Esta en una esquina y es un local muy pequeñito pero muy bien ambientado con muchas plantas y música suave. Anoche me quede un buen rato relajandome. Hoy he vuelto a ir y me he pedido Masaman (pollo con curry) acompañado de arroz y un batido helado de sandia. Pero qué ricos que están estos batidos!

He vuelto al hotel con la intención de darme una ducha y dormir un rato, o de irme a la piscina, o de meterme en el jakuzzi (por cierto, anoche esta opción volvió a ganar). Al entrar en el hall he visto que no había ningún ordenador ocupado así que me he decidido por actualizar esto antes. Ahora, con vuestro permiso, me voy a relajarme un poco a la piscina (mañana os pongo alguna foto), y luego, para recuperar las piernas… masaje relajante justo aquí al lado jejeje. Luego saldre a cenar y a dormir como los niños buenos. Hasta mañana!

Conclusiones:

  • No, todos los templos no son iguales 🙂
  • Sigue pasando de las guías y de los mapas turísticos: pierdete por Bagkok!
  • El masaman curry de Koh Tao estaba mas rico, que conste.
  • Utiliza el «acuabus» para moverte si te va bien, ya que es rápido y muy barato.
  • Ayer no estuve en el barrio chino como os había dicho. Tras mirar bien le mapa hoy, he visto que llegue justo adonde comenzaba. Así que mañana va a ser uno de mis objetivos, creo.

Décimo octava jornada: Una de mercadillos!

Hola de nuevo. Hoy, al final, decidí ir a ver un par de mercadillos que hay al norte de la ciudad, algo lejos del hotel, por lo que cogí un taxi para que me llevara a la estación de SkyTrain de Siam. Desde allí, hay una linea que de deja justo al lado del mercadillo de fin de semana de Chatuchak. Me habían dicho que era grande, pero no esperaba que fuera TAN GRANDE. Es enorme.

Nada mas llegar a una de las innumerables puertas de entrada, y como aun no había desayunado, me compre un par de pinchos y un zumo de mango natural. Me fui a un parque que esta justo allí, y a la sombra de un árbol me tome todo. He de decir que el pincho de calamar estaba bastante malo y el otro, era carne, creo, pero estaba rico. Quizás si le hubiera puesto alguna de las muchas salsas que me ofrecieron, habrían estado mejor.

Tras el desayuno, entro por la puerta mas cercana que tengo. Para que os hagáis una idea, este mercadillo gigante, esta dentro de un recinto vallado en su mayor parte, aunque se desborda por algunos sitios. Casi todo esta compuesto por naves techadas de uralita y otros materiales, aunque dentro hay varias calles y plazas al aire libre. Si en Bangkok hace mucha calor y humedad, aquí dentro mas. No obstante, depende de la zona, ya que en casi todos los puestos tienen ventiladores y algunas calles, hasta aire acondicionado. Eso si, en las calles y plazas al aire libre, no se puede estar.

Mercadillo de fin de semana de Chatuchak

Nada mas introducirme en este macro mercadillo, lo primero que se me viene a la cabeza, es como hacerlo para no perderme y tratar de ver lo mayor posible. Decido que primero voy a ir todo recto hasta llegar al final, y ya luego iré viendo las calles paralelas a esta (un mojón pa mi, claro). La primera calle si, la cojo hasta el final… de la primera zona. Tras pasarla, llegas a una calle ancha y el mercadillo sigue hacia adelante. Tiro por una de las calles y sigo en la misma dirección, hasta que llego a otra calle, a otra plaza, a… donde estoy???

Es broma. Si vas a lo loco, es facilisimo perderse, pero si haces como yo, y tratas de seguir siempre por calles paralelas, serpenteando del final de una al comienzo de otra, se puede mantener un «orden». El problema es que no todas las calles son rectas y que algunas acaban antes que otras. En fin, que lo hagas como te de la gana, porque en un día no te va a dar tiempo de verlo todo y no te puedes perder para siempre. Si no sabes donde estas, basta con tirar recto hasta encontrar la valla y luego vuelves a entrar en la dirección que quieras.

Creo que dije que ya no iba a comprar nada mas. Si es así, mentí. Me he gastado otra pasta y ahora si, creo que ya no comprare nada mas en lo que queda de viaje. En este mercadillo hay de todo! Esta distribuido por zonas, mas o menos: zona de artesanía, de antigüedades, de ropa, de animales..

Con respecto a la zona de animales, he de decir que me ha dado mucha pena ver a tantos animales enjaulados. Montones de cachorritos de perro y gatitos de todas las razas que os podáis imaginas. También tengo que decir que los tenían muy bien cuidados y limpios, pero supongo que esto es para poder venderlos mejor. El caso es que me habría llevado unos cuantos conmigo, en especial el husky de una de las fotos.

El mercadillo habré a las ocho de la mañana, y yo he llegado sobre las nueve mas o menos. Aun estaban la mayoría de las tiendas sin abrir, así que no merece la pena madrugar mucho, teniendo en cuenta que esta abierto hasta tarde. A eso de las diez ya estaba todo en su apogeo.

Me he hecho un regalo para mi. Me he comprado un traje típico de aquí. Esta muy chulo y así ya podre jugar a disfraces con mis sobrinas jajaja.

Traje tipico
Traje tipico

Cuando eran las diez y pico me ha entrado el gusanillo y me he sentado a comer. Dentro del mercadillo hay montones de sitios para comer y bebida tampoco te va a faltar. He entrado en uno que tenia aire acondicionado para estar mas fresquito. Me he pedido un coco relleno de marisco que estaba riquísimo. Y para acompañarlo, un batido helado de sandia (me estoy haciendo adicto a esta bebida tan refrescante).

He estado mas de cuatro horas viendo tiendas, disfrutando de los colores y olores, del bullicio. Creo que es uno de los sitios que hay que ver si vienes a Bangkok, aunque solo sea a mirar. Merece la pena. Es muchísimo mas grande y con mas cosas que el de Chiang Mai. No hay comparación.

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Mi plan era, tras ver este mercadillo donde no iba a comprar nada, ir a ver otro que no queda lejos, el de Lat Phrao  . No queda muy lejos, y pensaba ir a pie. La verdad es que después de tantas horas viendo tiendas, se me han quitado las ganas de ir, así que lo he dejado para mi próxima visita a Tailandia ;).

Lo que si he hecho es coger un taxi que me ha llevado al monumento Eldar (mi favorito) y he vuelto a comer en el restaurante de ayer (Sidewalk). Tenia ganas de comer carne, pero tras ver el precio de un filete, he optado por pedir pasta con… si… langostinos! jajaja. Ya comeré un buen filete cuando vuelva a España, pero no me voy a gastar lo que valen tres comidas en un solo trozo de carne.

Pasta con langostinos y verduras.
Pasta con langostinos y verduras.

Tras comer, he vuelto andando al hotel, que no queda muy lejos. Mientras pasaba un puente, vi algo raro flotando por el canal. Venia nadando por lo lejos, y a simple vista, parecía un boa gigante, así que, como venia en mi dirección, me pare a esperar que se acercara. Era bastante grande. Para mi sorpresa no era una serpiente, era un barano! De unos dos metros de largo, eso si. Al llegar al puente, se metió por uno de los túneles que van por debajo de la ciudad. Supongo que ahí dentro se pondrá fino a ratas.

He llegado a eso de las dos y pico al hotel. Me he puesto a actualizar el blog y esta tarde toca descansar, que mañana tengo que tener las piernas bien porque posiblemente tenga otro día curioso de caminada. Aunque aun no lo tengo muy claro, me gustaría ir a ver Ayutthaya (antigua capital del Reino de Siam). Esta a una hora en minibus de Bangkok (mas tiempo en otros medios de transporte), así que se puede ir y volver perfectamente en el día. Otra opción es quedarme por aquí y ver algunas cosas que aun no he podido, como el barrio chino (el de verdad), o la famosa Khaosan road, zona de mochileros de la ciudad y que dicen que merece la pena verse (aunque me han dicho que para comer, mejor otro sitio). Asi que ahora a descansar, un poco de piscina, siesta, no se. Me apetece tranquilidad. Mañana seguiremos viendo cosas.

Para terminar, contaros mi experiencia con el masaje de ayer. Como ya sabéis, en Koh Tao ya me di algunos, así que tenia claro que quería uno suavito de aceite, nada de volver a pasar un mal rato. Pues bien, muy cerca del hotel había visto un sitio donde los daban. Fui a ese, por cercanía mas que otra cosa.

Cuando llegue y entre, vi que solo había una chica creo (y digo esto porque no sabia si era chica o chico, ya os hablare otro día de los Ladyboys) y la sala era muy pequeña, apenas un cuarto con un par de sillones. La chica (muy guapa, fuera lo que fuera) me atendió muy amablemente y le dije que quería un masaje de aceite. Me pidió que me esperara, y para mi sorpresa, entro en la habitación de al lado y de él salieron un hombre y dos niños (supongo que su familia, no se). Esto me causo un poco de incomodidad, sobre todo al entrar en ese otro cuarto, ya que parecía que la familia vivía ahí y que donde me iba a tumbar a darme el masaje era donde solían dormir. La incomodidad no era por que el sitio estuviera sucio, todo lo contrario, era por meterme en la casa de alguien desconocido, y que me diera un masaje alguien con su esposo e hijos en la habitación de al lado (si es que lo eran).

El caso es que entre, me desvestí y me tumbe. La chica puso música suave (con el móvil, ya os digo que el sitio era algo cutre, no como las grandes casas de masaje de Koh Tao) y comenzó con el masaje.

Al final, chico o chica, da igual (sigo sin saberlo), pero tengo que reconocer que ha sido el mejor masaje que me han dado en Tailandia. Era justo lo que necesitaba. No quiero entrar en detalles, que la gente es muy mal pensada y muy cabrona, pero esta mañana cuando me he levantado he notado todo el cuerpo mucho mas relajado y recuperado.

Conclusiones:

  • El mercadillo de Chatuchak le da mil vueltas al de Chiang Mai (o dos mil).
  • Si piensas que vas a ir a este mercadillo y no vas a comprar nada, te estas engañando a ti mismo.
  • El otro mercadillo me han dicho que es un poco mas pequeño, pero que es menos turístico. He de decir, de nuevo, que en Chatuchak muchos occidentales no es que haya visto. Es posible que aquí haya muchos guiris de otros países asiáticos, porque de esos si que había a montones.
  • No creo que sea aconsejable bañarse en los canales de Bangkok (y no lo digo solo por la mierda que llevan).
  • Date todos los masajes que puedas!

Décimo novena jornada: Ayutthaya!

Al final me hice la escapada a la antigua capital del Reino de Siam. Hay varios modos de llegar: en tren (dura unas tres horas y te deja en la estación de la actual ciudad de Ayutthaya, algo lejos de la Ciudad Antigua), en autobús de linea (unas dos horas y te deja en la estación de autobuses de la actual ciudad de Ayutthaya, mismo problema), y en minibus, que tarda una hora y te deja justo en la Ciudad Antigua / Parque Histórico de Ayutthaya (que de las dos formas lo he visto escrito).

Me he decidido por hacer el viaje en el minibus, y para cogerlo hay que ir a la plaza donde se encuentra el Monumento de la Victoria. Alli puedes llegar en taxi, o cogiendo el Skytrain y bajándote en la estación del mismo nombre (Monumento de la Victoria). Pues bien, justo en la plaza, en un lateral que queda un poco escondido por los puestecitos, podrás encontrar un montón de minibuses que vana muchos sitios. Preguntando, me dijeron que el numero 1 era el que yo buscaba. Pague los 60 baht que costaba el viaje (no llega a un euro y medio) y para dentro. Solo quedaba un asiento libre (de los 15 que tenia), así que nada mas sentarme, salimos. Como pude ver a la vuelta, no creo que haya horarios fijos. Una vez se llena, sale.

Tras una hora escasa, llegamos a una parada en Ayutthaya. Problema: no tenia ni idea de donde me encontraba, ni tampoco me había traído ningún mapa, para variar. Le pregunte al jefecillo del puesto de tuc tuc que había justo allí me ofreció hacer una ruta en tuc tuc, ya que, según el, las distancias eran muy grandes. Al decirle que era español, me enseño una libretita donde alguien en nuestro idioma decía que era de total confianza y que lo habían pasado muy bien con el. Ya me habia informado antes y, me dijeron que había que coger un tuc tuc o un taxi, ya que, efectivamente, las distancias son muy grandes para hacerlas andando. Que los precios rondaban entre los 1000 y 2000 baht, pero que lo hablara bien antes ya que si no, se limitaban a llevarte a cada sitio, esperaban para que hicieras un par de fotos, y corriendo para otro lado. Eso ya sabéis que es precisamente lo que no me gusta hacer. Mi idea, inicial, era hacerlo todo andando tranquilamente (luego ya vi que esto no habría sido posible, pero era mi idea inicial). También esta la opción de contratar un paquete de viaje que te lleva desde tu hotel a la ciudad, te lleva a los lugares mas importantes y te devuelve al hotel (esta forma tampoco va conmigo). Ah, y se me olvidaba (porque para mi si que no es una opción). También puedes verlo todo subido en elefante. Como veréis en las fotos, los tienen a todos bajo un techado, pasando un calor horrible, mientras fuera hay una hilera de turistas esperando para subirse en alguno. No se cuantas horas echaran al día, pero me temo que muchas. Me he fijado en las sillas que tenían estos, de metal y la verdad, tienen que hacer un daño de cojones.

Total, que allí estaba yo, en medio de no sabia donde, y sin saber que hacer, hasta que el colega saco un mapa y empezó a enseñármelo, como para hacerme ver que andando no era posible. Tuvo el error de decirme que había un centro de información turística, así que le dije que me llevara allí (100 baht, precio estándar).

Esto fue un gran acierto. Al llegar, ves que es un edificio bastante grande. Allí, no solo te dan información sobre el «Parque Histórico», sino que te regalan un mapa, un folleto con la historia, y puedes ver en las demás plantas información sobre la historia del Reino de Siam. Así que, nada mejor que informarse un poco sobre la historia de lo que vas a ver antes de ponerte a moverte como un loco. Tras pasar un ratito en el edificio, ya tenia información y un mapa!. Ademas, me dijeron que podía alquilar una bicicleta… sabéis donde? en la misma calle donde me dejo el microbus :(.

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Ya con mi mapa no me resulto difícil orientarme y deshice andando el camino que hice con el tuc tuc hasta llegar a uno de los muchos sitios donde te alquilan bicicletas. Por 50 Baht las tienes para todo el día (1’20 euros). Ahora si que si. A visitar Ayutthaya!.

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Que lo llamen «parque» tiene sentido, ya que se trata de una serie de antiguos templos y otras cosas curiosas de ver, que están desparramados por una isla que esta rodeada de tres ríos. Como pude comprobar al ir en bici, es bastante grande como para ir andando, y hay cosas que están fuera de esta isla. Asi que, la bicicleta es la mejor opción si no te importa pedalear y sudar como un condenado (hoy hacia mas calor de lo normal y con la humedad de aquí no he dejado de sudar en todo el día), o si prefieres ir en plan tranquilo, te alquilas un taxi o un tuc tuc por unos 50 euros, y vas cómodamente.

Lo bueno de ir en bici es que no solo ves lo que se supone es «importante», sino que puedes verlo todo. Hay tiempo de sobra yendo en bici. Lo que yo he hecho es ir a algunos puntos en bici, y ya allí, me dedicaba a caminar. La bici viene con una cadena y un candado, así que la puedes dejar en los muchos sitios que hay dispuestos para ello sin ningún problema. Como tenia tiempo de sobra, he aprovechado también para salir de esta isla y ver un poco de los alrededores, donde los turistas no van, para ver como era el resto de la ciudad. He encontrado un par que parques muy chulos, aunque dentro de la isla hay muchos que también se pueden disfrutar.

Para no aburriros mucho, lo que he hecho es ir paseando con la bici y parando cuando veía algo que me interesaba. Me bajaba, aparcaba la bici, y me ponía a andar por los alrededores. Y así, hasta que ya no tenia mucho mas que ver :). Aqui os dejo fotos de algunos de los sitios. El resto, tendréis que venir para verlos:

Templo de WatPhra Ram. Como podéis ver, hay algunas fotos hechas desde arriba de la «torre» principal (incluso entre dentro). Cuando baje, vi que había carteles que prohibían hacerlo, así que niños y niñas, no subáis a las ruinas!

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Wat Phra Si Sanphet:

El Palacio Real:

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Wat Lokaya Sutha y su Buda reclinado:

Wat Chaiwattanaram:

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Y estas son fotos de otras cosas que vi mientras iba con la bici. No sabia que había gente del GRUMOCA por aquí tirando cables…

Cuando ya quería volverme, me pare en un garito local para comer. No había menú, solo tenían tres platos y tenias que elegir uno. Como solo sabia lo que era el Pad Thai, pues me he pedido eso, y dos refrescos de cola de aquí de casi medio litro cada uno. Hoy he bebido mas que nunca entre agua y refrescos. Que calor he pasado! Las bebidas y la comida me han salido por 60 Baht (no llega a un euro y medio). Estas son las ventajas de comer en restaurantes locales.

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Tras dejar la bicicleta en la tienda de ropa en la que me la alquilaron (a cambio de dejar mi DNI y los 50 baht), he vuelto andando a la parada de mini van (esta prácticamente al lado, no llega a 300 metros). He preguntado por el que iba para Bangkok y me han dicho que me metiera en uno. Estaba medio vacío, así que hemos tenido que esperar a que se llenara, cosa que ha sido pronto. Otra horita de vuelta, y al hotel a descansar.

Para terminar, quiero contaros un par de cosas. La primera de ellas, tiene que ver con los «buscavidas» de aquí, por llamarlos de alguna forma. Son gente que se sitúan en lugares por los que suelen pasar turistas para intentar sacarles dinero. No me entendáis mal, no es para robarte, sino para tratar de llevarte a algún lado, o venderte algún viaje o alguna cosa. Yo ya he conocido a unos cuantos desde que estoy aquí. Normalmente, cuando te ven con la pinta de guiri, se te acercan sonriendo y te preguntan que de donde eres. Luego te preguntan alguna cosa y luego que adónde vas. Siempre que he dicho que iba para algún sitio en concreto, me han dicho que ahí no había nada que ver, o que estaba cerrado, o cualquier cosa, y que mejor iba a ver otra cosa, que ellos me llevaban (claro). No se la razón, pero ese otro sitio al que me han querido llevar todos es a ver a un Buda gigante. No se si existirá de verdad, y si existe, si es que les pagan alguna comisión por llevar a gente. El caso es que lo mejor es decirle que vas sin dirección fija (cosa que en mi caso era la verdad) y que prefieres seguir por donde vas. No son muy pesados y te dejan tranquilo rápido.

Esto enlaza con la segunda cosa de la que quería hablaros. Los taxis. Esta mañana, el que he cogido, también era de un «buscavidas» de estos. Al decirle que iba a coger el bus para Ayutthaya, me ha dicho es que era domingo y que iba mucha gente, que ya no iba a encontrar billete. Que el me llevaba por 1500 baht, visita a la ciudad incluida. Cuando le he dicho que no se preocupara, que no iba en bus, sino en micro y que solo me iban a cobrar 60 baht, ya me ha dejado tranquilo.

No todo ha sido negativo con los taxistas hoy. He tenido una experiencia buena. El que he cogido a la vuelta, al preguntarle cuanto me llevaba por la carrera, me ha dicho que pondría el taxímetro, y que lo que fuera. Esto no me había pasado hasta ahora, y de hecho, pensaba que el taxímetro lo llevaban de adorno. Nada mas salir, hemos pillado unos atascos increíbles. Mi parte mal pensando, ha dicho «claro, por eso quería poner el taxímetro, porque vamos a tardar la mundial». Y efectivamente, hemos tardado un buen rato en llegar porque el trafico era horrible y cuando no lo era, el taxista no es que fuera muy rápido que digamos. Con todo esto, la carrera (por la que normalmente he estado pagando 200 baht) ha salido por 73 baht. Lección aprendida: hay que decirle siempre al taxista que ponga el taxímetro y dejarse de tonterías y de negociaciones. Si se niega, te vas a otro. Por lo que he visto hoy, pase lo que pase, siempre ta va a salir mucho mas barato asi.

Conclusiones:

  • Para moverte en viajes cortos (una o dos horas), creo que lo mejor los minibuses. Es el medio mas rápido con diferencia y sale bastante barato. Los hay que van a muchos sitios. Solo hay que informarse de donde sale el que te interesa.
  • Efectivamente, patearte Ayutthaya no es factible, si quieres ver la mayor parte. Si vas a ver dos cosas que estén cerca, pues si. Ya que cada uno elija si alquilar bici (mi recomendación) o taxi / tuc tuc.
  • Cuidado con los «buscavidas». Que no te líen.
  • Pide siempre al taxista que ponga el taxímetro. Te ahorraras una pasta.

Vigésima jornada: Se acabo Tailandia…

En mi ultimo día en este gran país, he ido a dar un gran paseo para ver algunos sitios que tenia pendientes. Tras levantarme, he comenzado mi paseo por los alrededores del hotel, en dirección al río. He sacado fotos de los pisos en los que vive la gente normal. Como podéis ver, son muy pequeños. Chabolas hay por todos lados: debajo de los puentes, junto a las vías del tren… pero los pisos «normales» tampoco es que sean para tirar cohetes. También hay zonas mejores, claro, pero lo normal es esto.

Cuando llegue al río, me encontré un parque pequeñito muy chulo y me quede un ratillo allí. En el árbol que había justo al lado del banco donde estaba encontré a esta amiga:

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Llegue a un embarcadero, así que decidí tomar un barco para recorrer el río, y ya de paso, que me dejara en el embarcadero que hay en China Town, así me ahorraba un buen pateo. Como ya os conté, estos arcos recorren todo el río en ambos sentidos. Para coger uno, solo hay que esperar a que llegue el que va en el sentido del río que te interesa y subirte. Ya dentro, pagas los 15 baht (0’36 euros) a la revisora, y listo. Fácil y barato. No suelen tardar mucho en cargar y descargar a la gente, así que hay que estar atento cuando toque tu parada para irte un poco antes a la parte de atrás, que es por donde entras y sales.

Tras un rato navegando, llego a mi destino: el embarcadero del barrio chino. Nada mas bajarte comienzas a ver ajetreo: gente transportando, cargando y descargando todo tipo de productos.

Para desayunar, como ya viene siendo costumbre, que mejor que unos cuantos pinchos? el nuevo de hoy ha sido uno de corazones de pollo (creo). Muy rico, por cierto.

Pincho de corazones de pollo

Tras desayunar, me puse a explorar esta zona. No os podéis imaginar la cantidad de callecitas estrechas que hay. Esto me gusta! en alguna me ha dado un poco de reparo meterme, porque parecían sacada de alguna película de miedo, y no he sacado ni fotos, pero he sobrevivido, así que no eran tan peligrosas :). Hay varias calles principales, y el resto… callecitas muy chulas. Lo que tienen todas es común es que están llenas de tiendas de todo tipo. En una calle, por ejemplo, había montones de tiendas de piedras preciosas.

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Tras caminar, y caminar, he llegado a la estación de tren y ahí he cogido el metro (por cambiar) hasta la zona moderna de Bangkok. Me ha costado el viaje 18 baht (0’43 euros) por dos paradas.  Nada mas bajarme, he visto que había un gran parque, así que me ha dado por entrar. El parche se llama Lumpini, y os lo aconsejo si queréis pasar un rato tranquilos y disfrutando de la naturaleza.

Lo de disfrutar de la naturaleza, no lo digo por decir. Hay muchos «animalitos» viviendo en el parque. Si te fijas en el lago, veras que hay muchos peces y tortugas, y… enormes baranos! Hay muchos por el parque, en el agua y en el borde del lago. He podido grabar a uno tragándose un pez, en plan documental de la 2. El tamaño que tienen es apreciable, así que hay que andarse con cuidado de no acercarse demasiado a ellos.

Tras el parque, he pensado coger el Skytrain para ir a una zona donde hay varios centros comerciales gigantes, por coger otro medio de transporte diferente hoy (Ratchaprasong District), pero al final he ido andando siguiendo las vías. El que me quedaba mas cerca era el Central World, justo al lado de la parada de metro, si que para allí me fui. Después quería ir a otro en la zona de Siam, mucho mas grande que este. Como veis en las fotos, la cosa cambia en esta zona de grandes bancos, hoteles y centros comerciales. Aquí no se ven chabolas :).

Al llegar a la puerta del centro comercial, oh sorpresa! hay una carpa en el que pone «feria de comida tailandesa». Esto había que verlo! La feria consistía en una serie de puestos de comida de varios lugares de Tailandia.

Como todo tenia muy buena pinta, y dicho sea, por vosotros, me he visto obligado a probar unas cuantas cosas. Creo que por vuestra culpa voy a volver con 20 kilos de mas. En total, me he tomado un par de granizados de agua de coco (increíblemente ricos y refrescantes), un zumo de una fruta que no se cual es pero que debe tener muchas propiedades saludables (por el cartel que tenia al lado), una «tapa» de pollo asado, otra de arroz con carne en salsa y unos pinchos que sabían parecido al chorizo. Muy rico todo. Me habría gustado probar mas cosas, pero no me entraba nada mas.

Tras ponerme hasta arriba, y como hacia ya mucho calor, he entrado en el centro comercial Central World, que se estaba muy fresquito. Lo primero que te llama la atención es ver a un botones vestido pulcramente de blando que te abre la puerta exterior (y luego un control de seguridad como si estuvieras entrando en la casa blanca, con arco de seguridad incluido). Una vez dentro, ves que es un centro comercial parecido a los nuestros, muy grande, eso si, y este mas lujoso, pero un centro comercial. He estado un rato dando vueltas, por si veía alguna tienda que me gustara, y luego he vuelto a la calle.

He cogido un taxi (con taxímetro, 63 baht) hasta mi zona, y me he ido a ver, por fin, la «famosa» calle Khao San, la calle de los mochileros. Es una calle no muy larga, llena de guiris y de tiendas y comercios para los guiris. He estado lo que he tardado en atraversarla.

Y tras esta «famosanoseporqueporqueesunamierda» calle, me he vuelto a mi hotel, para darme una duchita y actualizar esto. Esta tarde, a hacer la mochila (no se como voy a poder meter todo lo que he comprado en la mochila), y a descansar, que mañana tengo un día muy largo por delante: dos vueltos y por la noche, si Dios quiere, ya estaré en España.

Conclusiones:

  • El barrio chino esta muy chulo. Que no te de miedo meterte por todos los callejones.
  • Si estar harto de ver cosas y quieres ir a algún sitio bonito y tranquilo a descansar, el parque Lumpini es tu lugar. Eso si, cuidado con quedarte dormido junto al lago.
  • Si te gustan los centros comerciales, en Bangkok hay varios enormes. Si eres como yo, mejor ni vayas a verlos.
  • Y de nuevo, prueba toda la comida que puedas!

Resumen final:

  • Tailandia es un gran país donde puedes pegarte todo el tiempo que quieras. Cuando venir? se supone que este mes, septiembre, es el peor por las lluvias. Yo he tenido suerte y no me ha llovido casi nunca, solo en Koh Tao y de noche. Así que si este es el mes malo… vente cuando quieras.
  • Si quieres aprender a hacer submarinismo, cosa que te aconsejo, vente para Tailandia! Oxigeno 21 te ayudaran. Son los mejores!
  • Si te gusta la playa, tienes montones de isla en el sur, tanto en el golfo como fuera de el, paradisíacas. No te las pierdas!
  • Si eres mas de monte (como yo), tienes gran cantidad de parques naturales (los cuales quedan pendientes para otra visita).
  • Para moverte en largas distancias, mi recomendación es coger una litera en un tren nocturno, por las razones que ya os di en su día.
  • Para moverte dentro de Bangkok, tienes muchas posibilidades: skytrain, metro, taxi, tuc tuc, moto taxi, barco… Elige la que te venga mejor para el destino que tengas, y ten en cuenta la gran diferencia de precios entre unos y otros. Si pillas taxi, acuérdate de pedir que pongan el taxímetro.
  • Hay sitios para comer por todos lados. La comida tailandesa es muy buena, pero si no te gusta, no te preocupes que en la mayoría de los sitios te ofrecen platos occidentales (mucho mas caros, eso si).
  • Ingles no habla bien casi nadie, pero casi todo el mundo chapurrea lo justo para entenderte, así que no hay problema.
  • Lo que comente al principio de los enchufes, olvidadlo. En todos los sitios puedes utilizar enchufes europeos (ingleses, no).
  • Yo he visto algunas cosas, pero aun quedan muchísimas cosas mas que puedes ver, así que pasa de las guías y de mi y ve lo que te apetezca. No dejes que nadie mas que tu te diga que hay que ver en un sitio.
  • Y ya para finalizar, si alguien tiene previsto viajar a este maravilloso país, estaré encantado de contarle o informarle de lo que pueda, teniendo en cuenta que yo solo he estado una vez aquí (por ahora) y que he estado 20 dias, por lo que mis sensaciones y experiencias pueden que no se correspondan 100% con la realidad y que las cosas cambian continuamente.

Muchas gracias a todos los que habéis estado siguiendo mi viaje, ya que habéis hecho que me sintiera acompañado en todo momento  y no me sintiera solo.

5 comentarios sobre “Viaje a Tailandia (2 parte)

  1. Imprescindible el paseo en elefante por la selva……no va por caminos !!!
    Viendo un templo los ve todos………es como las iglesias. son todas iguales.
    Suerte y a disfrutar,,,,,,,,,,,cuidado con el tres sobre el rio Kwai

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  2. Ya me da palo dar consejos, pero me voy a arriesgar. Tomar una lancha de las que tienen motor de camión e ir a ver el mercado flotante (a 70 kms de Bhangkok) atravesando pueblos y por canales fue para mi inolvidable (se puede ir en furgo que también es aventura). También tome otra lancha pero esta solo por los canales de la ciudad y ver el Bhangkok profundo (es increíble donde vive la gente).
    En la calle de los mochileros se puede degustar los saltamontes fritos y demás insectos (hay muchos carritos que los venden). Creo recordar que esa calle esta llena de bares y de personal Ladyboys …………. me reí un montón. Y por lo demás a disfrutar que ya queda poco (hay que coger más tuc-tuc´s ). Un fuerte abrazo.

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    1. Palo ninguno. Todos tus comentarios son más que bien venidos. Que piense diferente a ti en algunas cosas no quiere decir que mi opinión sea mejor. Además, eres lector VIP, que eres de los pocos que deja comentarios (a ver si el resto toma nota) y eso te da derecho a decir lo que te de la gana.
      Tomo nota de lo que dices. Me gustaría ver el mercado flotante del que hablas. Preguntare como ir. Ya he visto como vive alguna gente aquí en mis paseos. Las chabolas o boquetes, como los quieras llamar, sobre todo los de la gente que vive junto a las vías del tren. Y para terminar, si siguen vendiendo guarrerias para comer en Khaosan Road, ten por seguro que las probare. Por cierto, tengo aquí cierto gorrito multicolor con tu nombre 😜.

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  3. Hola. Estoy entusiasmado con tu relato de viaje, y estoy comenzando un viaje para hacer el Open Water (al menos)
    Mi duda es:
    Pudiste comprar el pasaje de Koh Tao a Bangkok en Koh Tao o compraste ida y vuelta en Bangkok?

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    1. Hola.
      Puedes comprarlo todo en Koh Tao. El billete de tren en alguna agencia de viaje y el barco en el mismo puerto.
      Te recomiendo que el billete de barco lo compres con antelación, ya que suele haber largas colas así que es mejor asegurar y no dejarlo para el mismo día.

      Un saludo y que disfrutes el viaje.

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